viernes, 25 de diciembre de 2009

FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!

Tomemos un momento para reflexionar acerca de lo que este acontecimiento significa para nosotros: de lo que fue, de lo que es y lo que será. Hace casi dos mil años, nuestro Salvador y Señor se despojó de su divinidad y asumió la humanidad, según la Biblia, la fiesta en el cielo fue de rompe y raja, porque marcó no solo el cumplimento de las profecias, sino también de nuestra redención, y, creo, que más allá de los regalos, de los saludos y buenos deseos, es ese hecho el que debe primar en nuestro corazón y en nuestra celebración...
A toda mi familia, mis amigos, mis compañeros y causitas, un afectuoso abrazo en este día.
FELIZ CUMPLEAÑOS MI JESUS...

lunes, 26 de octubre de 2009

FOTOS DE LA MARATON RPP 2009

Holas, quería compartir con ustedes algunas fotitos de la maraton en la que participé el domingo 25.10.09, la de RPP, fue un experiencia educativa y emocionante. Tengo algunas fotillos más publicadas en facebook y myspace.

Nos vemos en la 10k de Nextel!!!









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sábado, 24 de octubre de 2009

HECHOS#4: SANO EQUILIBRIO

Otro hecho: como cristianos debemos involucrarnos en las actividades de nuestras congregaciones y agrego: no podría estar más de acuerdo.

Nunca como en este tiempo se ha visto tanto activismo dentro de nuestras congregaciones. Que si la música, que si los cursos, que si la reunión, que si el evangelismo, ayuda social, que si el paseo, la jornada de trabajo, el grupo familiar, el grupo de oración, la vigilia, el ayuno, etc. Creo firmemente que una congregación saludable debe contar con los recursos tanto humanos como logísticos (y con eso me estoy refiriendo a todo lo material) para atender sus propias necesidades y las de su lugar de influencia. Una congregación sana no debe carecer de recursos para ayudar a los pobres o de algún hermano que reciba a la gente, o de un maestro, un líder, un pastor, etc. la Palabra de Dios es clarísima al respecto: el que llama al ministerio y suple de obreros es Dios: ni tú, ni yo, ni el pastor, ni el anciano, quien llama y equipa es el Espíritu Santo, seguramente estarán de acuerdo conmigo. Ahora bien, es cierto que Dios nos llama a realizar la obra y a cumplir con nuestro ministerio, como dice, la mies es mucha y los obreros pocos, siempre somos pocos y ese es otro hecho. Pero acompáñenme un paso más adelante ¿qué sucede cuando estas actividades/obras/ministerios pasan a ocupar un lugar predominante en nuestras vidas? ¿qué pasa cuando empezamos a usar la vara para medir el nivel de “compromiso” de nuestros hermanos en relación con el servicio a la iglesia? ¿Qué pasa cuando nuestra vida en vez de ser de bendición para quienes nos rodean se convierte en un constante quebradero de cabeza? En resumen, cristianos involucrados en sus congregaciones mañana, tarde, noche, medianoche, sábados, domingos, feriados y fiestas de guardar ¿o no?

No puedo negar que siempre he sido de las que está metida en todos los cursos de la Academia Bíblica, el seminario este, el curso aquél, domingos en la mañana, domingos por la noche, ensayo, reunión, culto de media semana…en fin y tuve que aprender a cocachos que es imprescindible y voluntad de Dios, que exista un sano equilibrio en todos los aspectos de la vida. Pero para llegar a esa conclusión, debemos entender algunos puntos:

- El servicio/obra no se realiza exclusivamente dentro de la congregación, hay muchas formas de servir y no todas están enumeradas en la Biblia, a ver, díganme ustedes ¿es que el que predica hace mayor bien que el que viste a un pobre? ¿o es el que canta más ungido que el que predica en su oficina o en su colegio? ¿es que da mejor testimonio el ujier que un ama de casa? Me viene a la mente ese pasaje que dice: “No todo el que me dice Señor, Señor, entrará en el reino de los Cielos…”

- La salvación no es por obras, mi salvación o mi santidad no están entredicho porque no andemos involucrados en todas y cada una de las actividades, que ofrendemos para todas las obras, que estudiemos todos los cursos, talleres, seminarios, que participemos de todos los cultos…de la congregación. No pues, ya sé lo que dice Santiago 2:18 y lo he repetido hasta el cansancio, no saquemos un texto fuera de contexto, digámoslo completo y cito:
“Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe? Supongamos que un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse y carecen del alimento diario y uno de ustedes les dice: «Que les vaya bien; abríguense y coman hasta saciarse», pero no les da lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá eso? Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta. Sin embargo, alguien dirá: «Tú tienes fe, y yo tengo obras.» Pues bien, muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré la fe por mis obras. ¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan”.
Santiago 2:14-19 (NVI)


Y, entonces ¿se dan cuenta? Apliquemos pues, no es entonces el que va a los cultos, el que hace la voluntad de Dios y eso se traduce no en los estándares de la iglesia evangélica actual, sino en el estándar bíblico. Pero nosotros le hemos dado otro significado, es decir, nos hemos abocado a servir, servir, servir para demostrar nuestra fe y eso es absolutamente incorrecto, las obras son resultado de nuestra fe y no viceversa e insisto nuevamente en que dicha obra/servicio no exclusivamente para el día de culto o para dentro de la congregación y aclaro, que no me estoy refiriendo para nada a la práctica del ministerio dentro del marco congregacional, no mezclemos las cosas.

- Estoy segura, que además, me refutarán con la parábola de los talentos, que si Dios te dio y tú no hiciste nada Dios te lo quita y se lo da al que tiene más… ahhh mira tú… y ¿qué hay con la familia que Dios entregó a tu cuidado? Y ¿Qué hay con el trabajo que Dios te dio para sustentarte? Y ¿qué con las amistades que Dios te dio? El punto aquí y vuelvo al mismo tema, es que tenemos varas diferentes para medir las “cosas de Dios” y las “cosas del mundo” como les queremos decir: nos llenamos la boca diciendo que Dios es nuestro proveedor y no cuidamos nuestro trabajo porque tenemos que irnos volando al seminario, no tenemos un día para pasar con tranquilidad en familia porque tenemos ensayo, reunión de jóvenes, vigilia y que sé yo, tu amigo quiere hablar contigo y no puede captar tu atención por más de un minuto por vez porque tienes que atender a tu grupo de jóvenes, de pronto tu salud empieza a declinar y no vas al médico hasta que el asunto ya es grave porque el médico atendía en el horario de evangelismo y cosas por el estilo. No podemos mantener un ritmo de vida acelerado priorizando las actividades eclesiásticas sin que se resientan las otras áreas, quizá nos podamos mantener a flote durante un tiempo, pero no por siempre. Y luego nos preguntamos alarmados y estupefactos ¿porqué el índice de divorcio entre cristianos se ha incrementado últimamente? ¿porqué tanto cristianos con crisis económica? Y un largo etcétera.

- ¡Cómo nos encanta que nos feliciten por el trabajo que hicimos! O que nos digan que nuestra enseñanza estuvo buenaza y que wow como los ha bendecido y cómo nos encanta aclarar que no somos “cristianos domingueros” como siempre digo, nos encanta sentarnos en nuestro trono de superioridad y mirar hacia abajo a quienes no llenan nuestros absurdos estándares y más absurdo aún es que los demás se sientan mal por creer que no están a la altura de esos absurdos estándares: demasiados absurdos caray! Menospreciamos y menospreciamos y no me digan que no es cierto ¿ o “calienta bancas” no les suena conocido? Y lo digo porque en algún momento yo he hecho lo mismo, así que santa paloma no me creo. Entonces, juzgamos a nuestros domingueros y ¿acaso en algún momento les hemos preguntado porqué van solo los domingos? ¿es que Dios hace alguna diferencia entre aquellos que sirvieron mucho y aquellos que no? ¿cómo sabes tú que esa persona que va tan solo el domingo no predicó a más personas que tú o que dio de comer a alguien que no tenía o que ofrendó para algún pobre o que visitó a algún enfermo o abrazó a algún desconsolado? ¿no es esa también la voluntad de nuestro Padre, no es eso también obra?

- Ahora, hemos convertido al sermón dominical en el alimento principal de nuestro menú espiritual y la congregaciones han alentado con entusiasmo este desbalance nutricional, logrando así que vivamos dependientes de las enseñanzas que imparten otros para aplicar la Palabra de Dios a nuestra vida; nos hemos vuelto flojos, queremos que nos den todo por cucharitas, que lo desglosen para nosotros, que lo expliquen para “entenderlo mejor” y no nos preocupamos siquiera de comparar esas enseñanzas con la Palabra de Dios y convertimos en doctrina enseñanzas equivocadas o basadas en la opinión personal del pastor o maestro y ahí viene el problema, porque si no vamos el domingo, pues tenemos hambre toda la semana, nos pueden decir cualquier cosa y “como lo dijo el pastor” ah pues entonces es cierto, además si no te congregas el domingo ahh pues algo está mal contigo. No pues. De ningún modo. Mi principal alimento viene de mi meditación personal de la Palabra de Dios, de lo que Dios me dice a mi, no lo que le dice a otros, no podemos depender del sermón dominical, es como almorzar una vez por semana! Usemos nuestros propios cubiertos, enseñemos a usar el tenedor y el cuchillo, porque no sabemos que puede suceder mañana, hoy gozamos de libertad de culto, pero quien sabe si mañana prohibirán a los cristianos reunirse, o quien sabe como me pasó a mí, que a veces voy al servicio y mejor me hubiese sido no ir porque no recibí un comino por culpa de los oídos y por ende no me edificó en nada y si no hubiese aprendido a usar mis propios cubiertos hoy estaría en nada, espiritualmente hablando.
Nuestra comunión con Dios es prioritaria, no tiene número porque es inherente a nuestra vida, no podemos dejar de tener comunión con Dios o encerrarlo en el paréntesis de nuestro “tiempo devocional”. No, la comunión con Dios es mañana, tarde y noche, 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año, primavera, verano, otoño e inverno.

Luego, la primera responsabilidad del hombre es su familia, Dios creó a Adán y luego a Eva y les dijo que vayan y sean una familia; Pablo dice, por ejemplo, que el que desea obispado debe gobernar bien su casa, ser marido de una sola mujer, hacer que sus hijos le obedezcan con el debido respeto, etc… ¿Qué quiere decir? No podemos ir al a congregación a servir y dedicar el tiempo que le pertenece a nuestra familia, nuestro principal testimonio de vida e integridad como cristianos lo damos dentro de nuestro grupo de influencia: familia, amigos, compañeros. Como parte de esa responsabilidad, debemos ser proveedores de nuestra familia y por favor, ya no vivimos en la edad media, las mujeres también trabajamos y aportamos para el bienestar de nuestra familia, sea que trabajemos fuera de casa como en ella. Lo cual quiere decir, que debemos cuidar nuestro trabajo, ser responsables y por supuesto, como me dijeron en algún momento “trabajamos para vivir, no vivimos para trabajar”, claro muy cierto, pero tampoco vivimos en una burbuja pues, si quieres el trabajo soñado: duérmete y sigue soñando. Lo sé, suena mal, pero es que abramos los ojos, este tiempo es acelerado, competitivo y exigente, no podemos pedir un trabajo de 9 a 5 y ganar una millonada o que no nos demande nada de nosotros, ya lo dice la Palabra de Dios: el que no trabaja que no coma, entonces, allá tú como consigues tus frejoles, pero no pretendas recibir bendición financiera si no le das a tu trabajo el tiempo o no le pones la dedicación que corresponde.
Por otro lado también y respecto al tema del trabajo, permítanme picharles el globo a algunos, no todos hemos sido llamados al servicio congregacional a tiempo completo, no todos hemos sido llamados a abrir una congregación, por favor!! Ya basta! Enseñemos a nuestros jóvenes, lo primero es obedecer a sus padres y si los padres no quieren que vayan al grupo de jóvenes, pues no van y punto, asimismo, deben tener una profesión, la que gusten, pero que la tengan y eso no significa que Dios no va a llamarlos al ministerio, leamos Biblia pues líderes, Jesús fue carpintero y eso que es Hijo de Dios, osea tuvo su profesión y luego, cuando le llegó el tiempo de iniciar su ministerio, Dios llamó a gente que TRABAJABA en sus PROFESIONES U OFICIOS, médico, recaudador de impuestos, pescador… Joven, si en verdad Dios te llama al ministerio, no temas, no se te va a ir el tren, todo tiene su tiempo y su momento y su preparación.
Cristianos, nuestras familias, esposos, esposas, padres, hijos, hermanos, hermanas abuelos, tíos, nietos, amigos, compañeros, necesitan de nosotros, de nuestro tiempo y nuestra presencia. También nosotros necesitamos tiempo para ocuparnos de nosotros mismos.
Podría seguir hasta que se me caigan los dedos, pero creo que ya ven el punto. Un sano equilibrio entre nuestra vida congregacional y nuestra vida personal no es solo necesaria, es, como dije, voluntad de Dios. Dios no me ha llamado aún a ser mártir y hay cosas que quiero hacer, metas que quiero cumplir, sueños que quiero realizar y eso no me hace menos cristiana que aquellos que hacen mártires y convierten en mártires a sus seres amados, no mis fieles lectores, eso simplemente nos hace humanos, eso simplemente significa que estamos vivos.
Así que seamos más tolerantes con los demás. Seamos menos críticos con nuestros domingueros. Guardemos la vara adicional y usemos solo una: la de la integridad. Seamos honestos con nosotros mismos y veámonos un ratito frente al espejo y contemplemos el palazo que hay en nuestro ojo. No nos tengamos en más alta estima de la que merecemos, osea, no nos creamos la última coca cola del desierto. Seamos más “Marías” y menos “Martas”. Seamos lo que Dios no ha llamado a ser: seremos humanos y como tales, disfrutemos de este regalo precioso que Dios nos ha dado: la vida.
Sí pues, aunque me excomulguen, nos vemos en el cielo….
La Rorra

miércoles, 9 de septiembre de 2009

HECHOS #3 / FACTS PART 3

Hace unas semanas atrás me reuní con una persona X en una pequeña cafetería cerca a mi casa. Charlábamos sobre trivialidades, sobre cine, el último libro leído, los problemas en el trabajo y cosas por el estilo: estaba pasando un buen rato. Hasta que se acercó el encargado e hicimos nuestro pedido: una torta de chocolate con una bola de helado de vainilla y una taza de café para ella (¡qué envidia!) acto seguido, el mozo se dirige a mí y yo como siempre después de no entenderle un comino le contesto “¿perdón? ¿Serías tan amable de repetir la pregunta?” y con una sonrisita me repregunta si voy a tomar lo mismo que ella, le contesto que no y pido tan solo una taza de café negro sin azúcar. Una vez que se retiró el mozo mi acompañante me clava la mirada y muy seriamente asegura “Y parece que no has cortado la maldición generacional del colesterol alto y la sordera de tu familia ¿no?” ¡Por supuesto que me quedé boquiabierta y patitiesa! Luego de unos segundos de consternación, suspiré con absoluta resignación, “no puede ser ¿porqué siempre me tocan a mi?”, me preguntaba con desilusión. A continuación un extracto de nuestra conversación (¿o debería decirle “aclare”? Eso, lo dejo por cuenta de ustedes):

Yo: Mira darling ¿qué puedes asegurar con tanta frescura acerca de lo que yo hago o dejo de hacer?
Ella: Ah pues, que si hubieses cortado esa maldición ya estarías sana, también la de tus oídos y la del…
Yo: ¿O sea que si como o no como, si oigo o no oigo es porque tengo una maldición? ¿o si me enfermo también tengo una maldición o no oro los suficiente? Estás recontra equivocada, oye.
Ella: Ah ¿entonces porqué sigues sin comer ah? Ya ves… la Biblia dice que si pidiéremos con fe y de acuerdo a su voluntad nos será hecho, algo hay por eso Dios no te ha sanado pues, es súper obvio.
Yo: Watson en primer lugar no me alimento como camionero porque “se cuidar mi cuerpoooo” y no ando zampándome diez mil calorías al día y luego andar diciendo que tengo una maldición generacional de sobrepeso en mi familia, no cheka, tienes que aprender a cerrar el pico y asumir que si estás gorda es por tu culpa, ni es una maldición, ni es culpa del diablo. En segundo lugar, tú no estás dentro de la mente de Dios para saber porque hace o no hace las cosas, así orásemos diez mil horas bajo la lluvia, sobre chapitas y en ayuno permanente si Dios no quiere ¡MANAN!
Ella: La oración “mueve” la mano de Dios.
Yo: ¿Y desde cuando Dios es mi chulillo? ¿O Dios es un títere? ¿Qué te pasa? ¡El no es nuestro mandadero! Dios haz esto, Dios haz lo otro y ¿porque yo lo digo lo tiene que hacer?…juuuaaat?
Ella: Ay, no se puede hablar contigo (se molesta y me tuerce el gesto, la comprendo, cuando me dan cuerda soy inaguantable, me dio penita…snif…).
Yo: No te me sulfures darling, lo que pasa es que si hay algo que odio son los sinsentidos, las doctrinas incoherentes y los “cristianos” que se sientan en su trono de supuesta justicia, se juran intocables e infalibles y andan señalando con el dedo la paja en el ojo ajeno y sin mirar el tremendo palazo que tienen en el suyo…no te sientas mal, no es tu culpa, tu doctrina está un poco entreverada, eso es todo.

Moraleja: Nunca se metan conmigo si no conocen el tema y/o no están preparados para mi respuesta… ñaca, ñaca, ñaca (PD: Por favor, Rorra solo hay una, luego no me echen la culpa de que no los aguantan, jo,jo,jo).

Entonces, hablemos nuevamente de “hechos”. El cuerpo humano es una maravilla: ese es un hecho. El cuerpo humano se enferma, envejece: ese es otro hecho. Dios obra milagros: Eso es absolutamente innegable, PERO por algo se les llama “milagros” es decir, una intervención divina y sobrenatural que rompe las leyes naturales a favor de alguien en una circunstancia específica.


Así que, dejémonos de cuatro cosas y hablemos con la verdad.

Tomemos como ejemplo el problema de sobrepeso de esta X persona: si nosotros comemos y comemos como marabuntas no hay que ser un genio para darnos cuenta que vamos a engordar, que circunstancialmente dentro de esa familia exista un problema de sobrepeso no es excusa para tirarnos a la bartola y echarle la culpa del problema a una maldición generacional o al pobre diablo, lo cual significa que hay ciertas circunstancias que nos toca vivir que son de nuestra responsabilidad (por mi culpa, por mi culpa y por mi gran culpa) porque: no cuidamos lo que comemos, vivimos una vida sedentaria, no descansamos lo suficiente, hacemos cosas que no debemos hacer, nos descuidamos, gastamos más de lo que ganamos, andamos endeudándonos, no tenemos paciencia, no sabemos sujetar nuestra lengua, no tenemos dominio propio, no trabajamos (y encima esperamos que nos lluevan mangos!) y qué sé yo, cosas por el estilo. Hay otras que se deben a factores ambientales y/o estacionales (por fin algo que no es nuestra culpa, eh?) como una gripe, una virus estomacal, un brote de varicela, whatever. Y también están las que suceden nada más, no sé un accidente, un robo, algo se te perdió…etc.

Saquémonos de la cabeza de una buena vez la idea de que ser cristianos es una vacuna contra las enfermedades, problemas económicos, emocionales, familiares, accidentes, metidas de pata, tontedades y un largo etcétera; tampoco que si cualquiera de estas cosas te sucede a ti o a alguien es porque es portador de una “maldición generacional” o es un cristiano incrédulo o frío o tiene un “pecado oculto” o algo malo pasa en su vida. No necesitas pasar por una consejería, liberación, encuentro o desencuentro porque te despidieron o porque no te alcanzó el dinero o porque te dio la gripe porcina o porque te caíste de trasero por las escaleras. Antes de lanzarnos con todo contra el diablo o romper una maldición generacional (óiganme esas cosas no funcionan como hechizos, por siaca) DETENTE, RESPIRA Y SÍ, ANALIZATE. No pierdas el tiempo si te caíste porque el piso estaba mojado y te fracturaste el brazo (y ahora no me digas que el diablo mojó el piso…), si te dio la gripe porcina anda tómate tu Tamiflú, si tienes el colesterol elevado deja de comer grasas pe oe, si no te alcanza la plata analiza tu presupuesto, no te endeudes y si quieres ese televisor de plasma de último modelo color negro de 72” que está ya no ya, ahorra pues! Una vez que hemos asumido nuestra responsabilidad dentro de la situación que estamos atravesando, ahí sí, ahondemos, ahí sí te apoyo, ahí sí veamos si de verdad lo que te sucede se debe a una maldición generacional o un pecado oculto o algo por el estilo. Mas si después de haber hecho lo que debes hacer con el diablo, con la maldición, con el pecadillo aún no pasa nada, don’t worry, que no te salgan canas prematuras por algo que no está en tus manos hacer, porque comprendamos que las intervenciones sobrenaturales son de jurisdicción celestial, es decir si Dios quiere y El siempre tiene la razón y no nos corresponde a nosotros cuestionarlo. Se que quizá hoy no veas el camino de salida, quizá no veas la solución y tu futuro se ve más negro que el agua del río Rímac, ten la absoluta certeza de que Dios está al tanto de tu problema, no creas te está ignorando, por supuesto que te escucha y a El no se le pasa absolutamente nada.

Vivir con esperanza es bastante difícil incluso para aquellos cuyas circunstancias no son tan duras y ciertamente tendemos a sobredimensionar los problemas porque éstos nos aturden, nos abruman, nos ciegan de tal forma que todo se vuelve denso y oscuro; sin duda alguna, no perder la fe y la esperanza es todo un logro en un mundo donde reina el escepticismo incluso dentro de la iglesia, pero tampoco podemos tapar el sol con un dedo, mirar hacia otro lado e ignorar los problemas porque creemos que nada nos puede tocar por el hecho de ser cristianos. Todo extremo es una debilidad, tanto si agrandas las cosas como si les restas la debida importancia y de ambas debemos cuidarnos, estar alertas.

¿Saben? Siempre me hacen la misma pregunta: ¿porqué crees que Dios no te ha sanado todavía? Y yo siempre les contesto lo mismo “No sé” pero, sino estuviese atravesando esta situación estoy más que segura que mi vida sería absolutamente distinta y créame, se los digo en un arranque de cruda honestidad, de esas que son raras en mí porque no le digo nada a nadie (sorry, es que vivo pa’ dentro como el caracol): no cambiaría un segundo de lo vivido porque me trajo hasta aquí y hoy puedo ver mi vida desde otra perspectiva, desde un ángulo que no hubiese podido apreciar antes. Sí, se me desenfocó la vida, me cambiaron el guión en pleno rodaje, perdí mi perspectiva, tuve que reconsiderar mis metas, es decir, me voltearon la torta, pero si algo aprendí (y continúo en la escuela) es que se puede vivir con esperanza con los pies bien puestos en la realidad y que además a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien y yo doy fe de ello.

La Rorra

martes, 1 de septiembre de 2009

HECHOS#2: EMAIL A LOS CRISTIANOS DEL PRIMER SIGLO

Pues hablemos nuevamente de hechos. Mientras tomaba notas del entusiasta sermón de un domingo (no digo cual ni en donde ni por quién para que no me hagan callejón oscuro) me dí cuenta que casi la mayor parte de mis anotaciones eran frases de ánimo, de aliento, de determinación, de impulso, de seguir adelante, de que si estás con Dios nada puede contra ti, que si haces tal o cual cosa viene la bendición y cosas por el estilo. Innegable el hecho de que Dios nos ama y nos cuida sobrenaturalmente, así como también es indiscutible que Dios nos provee todo aquello que necesitamos, esos son los hechos y es cierto. Entonces, fiel a mi modo ser, enmendé mi postura: afilé mis baterías, paré mis antenitas de vinil y me dispuse a cambiar el tenor de mis anotaciones y después de casi una hora, de los mismo y lo mismo y lo mismo me preguntaba: ¿Desde cuando la vida cristiana es tan fácil? ¿Será que de verdad soy una cristiana a término medio o estoy demasiado cocida?


¡Rayos! Cómo nos gusta que nos calienten la oreja ¿no? Como que ser cristiano es un deporte: si haces lo adecuado, si oras lo suficiente, si ayunas una vez al mes o dos o cuatro o seis, si tienes la medida de fe... y así predicamos ahora, en evangelio fácil, un evangelio de remate, for sale. Ahh porque si estas enfermo, si no tienes plata, si el matrimonio se te derrumba, si te caes de trasero en la escalera, si estas depre, si te asaltan o que sé yo, entonces, no estas en bendición pues, estás fuera de la voluntad de Dios, seguramente tienes un pecado oculto o eres un cristianos frozzen.


Luego me puse a pensar en los cristianos del primer siglo, esos, que fueron carne de cañón, los primeros en recibir el impacto de las baterías del diablo. ¿Cómo los catalogaríamos? ¿Con qué vara los mediría nuestra doctrina actual?


Imaginemos por un momento que somos una empresa o mejor aún, para que no suene tan mundano y más cool una ONG. Ellos quieren los registremos para que luego les demos cobertura (cosa con la que no estoy muy de acuerdo tampoco) y nosotros les enviáramos un email de respuesta cuyo tenor iría más o menos así:


“Estimados cristianos del primer siglo:


En respuesta a su solicitud para la inscripción de su congregación en el registro de “BUENOS CRISTIANOS Y SANTOS MARTIRES” de propiedad exclusiva de nuestra organización, para lo cual nos hicieron llegar múltiples testimonios escritos y orales, hemos analizado su caso a la luz de la “sana doctrina” y sentimos mucho comunicarles que su solicitud ha sido rechazada.


Nuestra decisión obedece a que en nuestra base de datos hemos observado un déficit de oración (de contar con superávit Dios los hubiese escuchado y no habrían sido digeridos por los leones) igualmente, su nivel de fe se encuentra por debajo de los cánones establecidos por la OCB (Organización de Cristianos Bendecidos) en cuyo caso, de haber alcanzado la medida reglamentaria de una semilla de mostaza, hubiesen podido evitar la pérdida de su valioso patrimonio corporal, al mismo tiempo que han demostrado un desconocimiento absoluto de las condiciones obligatorias para alcanzar los beneficios de los que gozan los verdaderos ciudadanos del Reino de los Cielos entre los cuales se incluyen: protección, provisión, salud, restauración, etc. (sírvanse consultar el manual adjunto, en el ítem: “Consideraciones para los postulantes a la visa de residencia y/o nacionalidad celestial).


Dado que casi la totalidad de los miembros de su congregación se mantuvieron de incógnito, no contaban con un local congregacional (según sus referencias se reunían en cuevas), fueron devorados por los leones, así como también aserrados, lapidados, vituperados, ahogados, encarcelados y perseguidos, entre otras situaciones inaceptables detalladas en nuestro reglamento y que además según las últimas investigaciones y tesis de nuestros excelentísimos doctores en teología se ha detectado que muchos de los actuales postulantes se encuentran en crisis financiera, con problemas de salud (sean estas recientes o de naturaleza hereditaria, en cuyo caso, se les reportaría ante las autoridades competentes por ser portadores de una “Maldición Generacional No Confesada”, comúnmente conocidos como “oprimidos caletas” a fin de ser internados y recibir liberación de urgencia) o que han sufrido algún tipo de accidente (sean estos provocados o no) los han tomando como ejemplo y por tanto carecen de todas y cada una de las cualidades requeridas en nuestros estatutos para ser considerados miembros de la sacrosanta concilum solemny honoris causa OCB, hemos determinado además considerarlos personas non gratas, cristianos fríos, filisteos incircuncisos o cualquier otra denominación con la que las distintas sedes internacionales suelen etiquetar a personas ingenuas como ustedes.
Sin embargo, el concilio de la OCB, en un gran despliegue de magnanimidad, ha determinado concederles un recurso de apelación, para lo cual deben cumplir con los siguientes requisitos indispensables:


- Orar un mínimo de dos horas todos los días.
- Leer un libro completo de la Biblia diariamente (dos si son libros de menos de 20 páginas).
- Diezmar aunque no le caiga un peso.
- Ofrendar del peso que no le cayó.
- Comprometerse a dar ofrendas especiales, llámense, pro construcción del local, pro compra de alfombra, pro compra de guitarra fender electroacústica de cedro enchapada en madreperla, pro sanidad interior, pro sanidad exterior, pro sanidad media, pro sanidad del uñero del pie derecho del hijo del hermano del sobrino del amigo del hijo del pastor (todo ello aunque usted no tenga para comer) y cosas por el estilo.
- Asistir a todos los cultos, conciertos, seminarios, clases, ágapes, oraciones, encuentros, desencuentros y parranditas que convoque la congregación.
- Comprar todos los libros, separatas, publicaciones, cds, vcds y similares de nuestra congregación.
- Estar de acuerdo con todas las prédicas, sermones, consejos y doctrinas de nuestra congregación.


Todos estos requisitos deben estar apropiadamente documentados y avalados por los santísimos e infalibles miembros de nuestra congregación y deberán ser remitidos a nuestras oficinas.


PD: Estas condiciones están sujetas a ampliación y a evaluación.


En el amor de Dios,
Comité de admisión y ética
Organización de Cristianos Bendecidos

Cc: San Pedrito, San Marcos, San Inocencio, San Pancracio y San Guchito”.


Sí pues, aunque me excomulguen.

domingo, 30 de agosto de 2009

Would u spend the freezing in Puno?

I know is a little bit late, but last Gubler's post* got me thinking "If only the monster spiders were able to sping blankets and sweaters for the children of Puno"... Why? - you may ask. While the front pages and headlines of the most important newspapers in Lima, Perú covering news about H1N1 (swine flu) in the country, there's no much about the children who have died due the seasonal flu caused by the low temperatures in the southern part of my country, especially in Puno region. "Supposedly Perú is growing at fast rate, but there are children dying of pneumonia, people infected with tuberculosis..." (quote:León Huarancca).
What especially troubles me is that authorities are looking the other way until the number of deaths are shamefully high and on top, and using the misery of others for political purposes: let's see:
Total amount of time dedicated to the AH1N1 flu virus: 41 minutesTotal amount of time dedicated to the death of dozens of Peruvian children because of the cold weather: ONLY ONE MINUTE (on the Thursday news broadcast)
And what is worse, the Health Minister who publicizes the strategy against the swine flu, does not have any information (minimal, no?) about the plan to fight/prevent/treat the consequences from the yearly cold spell that grips the children from high-altitude Andean regions.
So, please, do not wait another year to start knitting sweaters, scarves, socks and hats. Seize the offseason and get ready to shelter Puno kids, when you make your shopping, buy a non-perishable (long-term as canned) or a bottle of antibiotic (in the popular pharmacies costs no more than 3 Nuevos Soles - less than a dolar).

Remember, a blanket can save the life of a child. Together we can make a difference.
In our congregation we are receiving donations, not only for Puno, also food for the poorest areas of the capital. Every Sunday, we took what we call "a kilo of love" join us and help us to help others.
Iglesia Cristiana "El Redentor" site Calle Bregante 110 - Barranco.
Or contact me: marysaenzp@gmail.com
La Rorra
*Post on MySpace.

domingo, 23 de agosto de 2009

HECHOS / FACTS

Hablemos de cierto “hechos”: Me duele la panza – es un hecho. Estoy aburrida – ese es otro hecho. También es un hecho que la mayor parte de nuestro tiempo nos la pasamos así, simplemente existiendo, simplemente respirando, simplemente andando. Del trabajo a la casa, de la casa al trabajo. Me he preguntado un millón trescientas mil novecientas dieciocho veces cuál es el propósito de mi existencia. Cierto, es un poco tarde, al menos para mi, para una crisis existencial, que a propósito, no tengo, tan solo creo hay ciertos momentos en los que uno pierde un poco la perspectiva, como que se te desenfoca la vida y eso, gente, no es nada malo, no te hace menos espiritual, menos cristiano, menos bueno o más malo: es simplemente eso, un hecho: algo cierto, algo real, tangible, tan indiscutible como la “muerte y los impuestos” eso es un hecho. Como es un hecho también que a veces ciertas emociones nos dominan y se son salen por los poros ¿o no? Veamos: ¿Cuántas veces hemos andando por la calle con cara de zombie y el rabo entre las patas? ¿cuántas veces por esa misma calle el guachimán nos ha mirado con cara de locos porque andamos son una sonrisa orate? o ¿cuántas veces la gente se hace a un lado para no cruzarte contigo porque andas como el loco machete? Ahhh… ¿no que no?
Entonces me pongo un poco filósofa y pregunto ¿Soy menos espiritual porque tengo dudas o porque me siento medio perdida? ¿Tengo menos fe porque en ciertos momentos de la vida me cuesta creer lo que dice la Biblia? ¿Dios me va a borrar con la punta del dedo si me siento derrotada, triste, débil o sola? ¿Me voy a freír en el infierno porque a veces creo que la vida es simplemente existir? No lo creo. No es verdad.
Elías el profeta, por ejemplo, luego de una gran victoria huye de Jezabel y le pide a Dios que le quite la vida; otro fue David, quien nos dejó plasmado en los Salmos sus altibajos emocionales, un día podía cantar jubiloso y al otro decir “mi corazón está acongojado, me ha dejado el vigor, y aún la luz de mis ojos me falta ya” (Salmos 38:10): La depresión: otro hecho.
Quienes me conocen de verdad saben que paso por mis típicas fases rorrales: la fase antisocial, la muy social, la honguito, la insomne, la aburrida… y va dando vueltas, es cíclico, sin fin. En el entretiempo, es decir, al salir de una fase para entrar a otra, tengo mucho tiempo en el que no paro de pensar (para mi es un vicio realmente, lo dejas y luego recaes ¡plop!) quizá por que en cierta forma el silencio involuntario en el que existo me obliga a vivir hacia adentro y volcarlo hacia fuera, cuando el común de la gente mete hacia adentro lo que vive afuera, así que es muy poco o nada lo que logro absorber de afuera y pues, si lo vemos desde un punto de vista positivo es como una vacuna, hay pocas cosas que me afectan, muy pocas de verdad; pero desde otro punto de vista, es malo porque me voy inmunizando contra los estímulos externos, sean buenos o malos y me aísla y creo que lo peor de todo es que me siento cómoda detrás de mi barrera, en mi pequeño mundillo, en mi burbujita rorral, en mi escondite mental. Es entonces cuando las preguntas empiezan a acosarme, cuando busco frenética el quinto pie al gato y me frustro porque no tengo las respuestas o no llegan o me siento estancada, cuando estoy en el “medio de”, en “camino de”, cuando sobre mi cabeza no hay una nube negra sino un gran signo de interrogación en luces de neón. Sí, lo reconozco, soy muchas cosas: soy chata, soy pitufa, soy poco sociable, hablo mucho por épocas y en otras no hablo nada, no soy amiguera, soy amiga de mis amigos y sus amigos no son mis amigos porque la gente me llega, soy fácil de comprender y a la vez me siento incomprendida, me molesta la bulla, prefiero ir al cine sola porque odio a la gente que habla en el cine, prefiero un libro a salir con los amigos, soy hogareña-hermitaña, soy pata’e perro, soy golosa pero no como dulce, soy enojona, soy llorona, soy rígida, soy seria, soy bromista, no soy amable simplemente “polite”, soy cariñosa y a la vez tan seca como una pasa, soy tremendamente desordenada pero maniáticamente organizada, confieso, para mi vergüenza, que soy un poco ingrata y que detesto hablar por teléfono, amo los campamentos, amo el aire libre, amo el cycling, amo las caminatas, el trekking y bla bla bla …así que después de mucho análisis he llegado a la incuestionable conclusión de que soy simplemente HUMANA. Así como lo leen: porque, people, los humanos venimos en un paquete completo como en un trío telefónica: alma, cuerpo y espíritu. Y nos pasamos horas hablando del espíritu (que la regeneración, que el nuevo nacimiento, que la santificación, etc…) y hay muy pocas cosas que no se hayan dicho del cuerpo, pero nos olvidamos del alma, ahí, donde están nuestras emociones, nuestros anhelos, nuestros sueños, nuestro yo. Me llevó mucho tiempo, poca comida y bastante café quitarme el sentimiento de culpabilidad, la mosca en la cara, la pulga en el pantalón, el dedo acusador que te dice que eres una cristiana fría, una pseudocristiana incrédula, una farisea con traje de evangélica, una anormal, una marciana, una alienígena. El quid del asunto fue empezar por aceptar el hecho de quién rayos soy: un ser humano. Entendí que cuando empiezas por aceptar el hecho de que (y permíteme que te pinche el globo) no eres un ángel, no tienes un cuerpo glorificado (todavía), que la vida no es plana sino tan intrincada como la carretera a Pasamayo, entonces, todo cae en su lugar: puedes tener emociones, puedes alegrarte, deprimirte, enojarte…whatever!
¿Y porqué rayos les cuento esto?
Me han escrito muchas personas, jóvenes y no tan jóvenes, que se sienten señalados, minimizados y culpabilizados por sentirse emocionalmente aturdidos, descalabrados, en la nebulosa y no me sorprende en lo absoluto: la vida es demasiado compleja hoy en día, es mucho y muy poco. En un momento sientes que vas remando pero en el otro, estas en medio de una corriente que te empuja sin control hacia la catarata más alta. En otro momento estás muy seguro de ti mismo y en otro te sientes un microbio en el hongo de una ameba. En un momento estas contento y en el otro, hundido en el pantano de la incertidumbre. Y la iglesia, lamentablemente, te apunta con el índice y te frunce el ceño: no tienes fe, no oras, estas frío, tienes un “espíritu de depresión”, eres un incrédulo. Sí pues, aunque me excomulgen, es la verdad. Así que digo: BASTA. Esas emociones, esas maripositas en el estómago, esas ganas de reventarle el ojo al jefe, esas ganas de llorar a moco tendido, esas te las dio Dios. El secreto está en vivir un día a la vez, en vivir, como ya lo dijo Jesuschrist, es que cada día trae su propio afán y ese afán sus propias emociones, así que disfrútalas, vívelas y saboréalas, porque quizá al día siguiente ya no sientas ganas de llorar, sino de gritar o ya no de quiñar a alguien sino de abrazar, porque todo pasa, toda prueba tiene su principio y su fin como la noche su mañana.
Eh, eh, eh… pero un momentito. Aclarando siempre: Es normal sentirse depre: si, a veces. Es normal enojarse: si esto también. PERO, no es una excusa para andarle ladrando a todo el mundo o para andar moqueando en las esquinas o volverse un don pésimo, don chisme o doña burlona. Noooo!!!! Please. A las emociones hay que manejarlas como a la chela*, es decir, con moderación. Si le das rienda suelta a tu depre vas a terminar hundido en la oscuridad, si le das rienda suelta al enojo te va a llevar a la ira, a la violencia y así, pues, nos salimos del límite, esclavos de nuestras emociones. Recuerden: Dios nos ha dado dominio propio, como diría Ternero “Sí se puede” si puedes refrenar la euforia, el enojo, la tristeza, puedes ponerle una coma, un punto seguido, aparte o final a tus emociones, sin que esto signifique anular tu temperamento o tu personalidad.
A todos ustedes que me han contactado al email y me han dicho que como le hago con mi “problema”, que como hago para equilibrarme en la cuerda floja en la que vivo, que no saben que hacer porque se sienten viviendo en la nebulosa jupiteriana, que se sienten estancados, deprimidos, que Dios no los escucha, a ustedes amigos, hermanos, vecinos, patas, darlings, causitas: perder la perspectiva de la vida nos pasa a todos, es normal, es circunstancial y cuando eso sucede, pues simplemente tenemos que parar, detenernos y respirar y pensar en un hecho que no cambia ni cambiará ni pasará como mi dolor de panza o mi aburrimiento y ese hecho es que no importa en que “fase” estés, que tan triste, abatido, perdido, desenfocado, enojado, abstraído, escondido, acomplejado, alegre, aburrido o escéptico: Jesús te ama. Sí, así de sencillo, así de simple es este mensaje.
*para los foreigners, extranjeros y amigos de other nations chela means “beer” “cervecita” = alcohol.

sábado, 20 de junio de 2009

FAR , FAR AWAY....

Después de un largo (demasiado) período de ausencia vuelvo a sentarme frente a la pc, para quitarme la etiqueta de INGRATA con la que me ha llamado mi abandonado blog.
Nada pues, he estado en un proyecto, escribe que te escribe, invirtiendo todo mi free-time en eso. He descubierto algunas cosas interesantes, como la poesía de WORDSWORTH, hermosa por cierto y por si nunca han leído una palabra de él, les dejo la más famosa, de Intimations of inmortality from Recollections of early childhood, la oda 536.
"What though the radiance which was once so bright
Be now for ever taken from my sight,
Though nothing can bring back the hour
of the splendour in the grass, of the glory in the flower;
We will grieve not, rather find
strength in what remains behind...."
"Pues aunque el resplandor que una vez fue tan brillante
hoy esté por siempre oculto a mis miradas
aunque nada pueda hacer volver la hora
del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores;
No debemos afligirnos, pues encontraremos
fuerza en el recuerdo (ó en lo que quedó atrás)."
Que perspectiva caray! Como dice Barbra Streisand "Live is a moment in space..."
CARPE DIEM!

miércoles, 18 de marzo de 2009

UNA NUEVA VERSION DEL PERDON

Reflexionando acerca de algunos eventos recientes, estuve ahí dándole manija al asunto del perdón y llegué a la conclusión de que nos hemos creado una nueva versión del perdón o de aplicar el perdón, uno made just 4 u o hecho a tu medida... como más nos guste llamarlo. Porque, hablando en serio, para quienes somos cristianos es súper fácil decir: “SI HE PERDONADO, TE PERDONO, ¿YO GUARDANDO RENCOR? AY NO, COMO CREES SI SOY CRISTIANO” – y cosas por el estilo...o no?.


Nos hemos convencido (o nos han convencido) de que por el simple hecho de decirlo en voz alta osea- "confesarlo" y sin más, se convierte en realidad, en una verdad irrefutable, osea “yo perdono a fulano, sultano y perensejo, punto”. Como si la onda de la “confesión positiva” (con lo que dicho sea de paso, no estoy muy de acuerdo) conjurara, al mismo estilo de Harry Potter, un hechizo de perdón instantáneo, y eso, por supuesto no es exclusivo del perdón, se aplica a cualquier otra área y si no lo crees: no tienes fe, eres un cristiano frío, no tienes comunión con Dios y toda la baraja de sandeces con las que etiquetan a quienes no creen ciertas doctrinas o no les siguen la corriente.


También está el asunto de la “sanidad del alma”, ojo no tengo nada en contra de ello (a pesar de que es extrabíblico), simplemente estoy en contra del abuso del que ha sido objeto, se ha convertido en la muletilla, lo imprescindible para poder perdonar, por tanto nos aferramos a esta excusa para hacernos de la vista gorda con la falta de perdón y ya nos encontramos con cosas como “necesita sanidad del alma, necesita ministración, es que no hay consejeros en la iglesia, tiene un espíritu seguramente” y bla, bla, bla... Siempre la vía fácil, caray!.

Lidiamos con tantos problemas a diario, que una cosa tan minúscula como un pequeño resentimiento, una miradita de odio, una palabrita viperina, un deseo malvadín, las pasamos por alto y ni caso les hacemos, total:

somos humanos, no tiene nada de malo”

¿¿¿pero es qué no ves lo que me ha hecho???”

No es la primera vez”

Por si acaso, el único perfecto es Dios”

Una cosa es que perdone y otra que olvide, ni tonta que fuera”

Lo tratamos como al asunto de la “mentirilla blanca” (Ay Diosito perdóname por fis ¿ya?) y aquí no pasó nada. Y así, sin darnos cuenta, permitimos que esa pequeña semillita germine y brote una raicita de amargura. De ahí, luego de un tiempo, nos encariñamos con la dichosa plantita, la regamos y alimentamos hasta que se convierte en un frondoso arbolito, al que luego, por puro gusto, lo podamos cual bonsái. Ya no lo vemos igual, es “mí arbolito, mí bónsai, mío, mío de mí”, atesoramos nuestros dolores con codicia y nos cuesta dejarlos atrás.


Siendo justa con los de mi especie, a veces, esa amargura- resentimiento está tan arraigado y es tan antiguo que se encuentra firmemente cosido a la estructura de nuestro temperamento/personalidad y ni cuenta nos damos o lo hacemos y no nos importa o lo justificamos. Poniéndolo de otro modo, se convierte en la excusa perfecta para nuestras acciones y reacciones, para evadir responsabilidades o chantárselas a algún otro. No es fácil ir y decir “PERDÓN O TE PERDONO” osea, decirlo de verdad, porque involucra a nuestro ya adolorido corazón y siempre nos ronda el temor de que nos vuelvan a hacer lo mismo y que nos rechacen, nos manden por un tubo o nos ignoren, es decir, somos vulnerables, nos ponemos en manos del otro y eso no nos gusta y por último está el muy conocido “¿Porque yo si fue el otro?”.


Pedir perdón, sobre todo si creemos que no es nuestra culpa es un K.O. al orgullo, un bofetón a nuestro ego, porque es archi conocido que no es fácil enfrentarnos a quienes nos lastiman, sobre todo si se trata de quienes amamos, por tanto, no es fácil, porque no nos gusta morder el polvo, verdad?.

Veamos: el “Yo no confío en nadie”, por ejemplo, puede traducirse en “me engañaron, abusaron de mi confianza, me traicionaron, me desilusionaron, contaron mi secreto”, por tanto, se convierte en una excusa para ser suspicaz (es decir, receloso, inclinado a la sospecha y a la desconfianza). Póngale el ejemplo que más les guste...

Hay que hilar fino aquí: Nos encanta sentarnos en nuestro trono de superioridad con el dedo acusador apuntando a todos los “filisteos incircuncisos y cristianos hipócritas que pululan por ahí”, a quienes miramos hacía abajo con afectación, como una plaga. Y no es broma! Como siempre he dicho, los cristianos tenemos varas de distintos tamaños, siendo la del perdón la más caleta, la que pasa piola, porque no ve, porque la podemos camuflar con depresión, enojo, angustia, stress y los hay más osados quienes le imputan el peso de su mala leche a los pobres y tristes demonios, ¿qué? ¿no?:


es un ataque espiritual”

tiene opresión demoníaca”
seguro que ha abierto una puerta”

Ah no, te aseguro que es un espíritu familiar o un pecado generacional”.


Pero no nos detengamos ahí, no solo está el hecho de que la falta de perdón afecta nuestra vida espiritual y nuestras relaciones interpersonales, también afectan el carácter, la personalidad y la salud. Una persona resentida, es agria, mordaz, hipersensible, fosforito, de correa angosta, tiene un genio de la patada, todo le huele y todo le apesta, neurótica, paranoica, compulsiva, irritable, con tendencia a la depresión, el suicidio y un largo etcétera. Hasta dicen que el resentimiento es un desencadentante de la artritis y ciertos problemas con los huesos (pero obviamente no lo puedo asegurar). Como consecuencia, se vuelven volubles, siempre a la merced de los comentarios, las palabras, las actitudes, las acciones de la persona que los hirió o de quien les recuerda al agresor, viven siempre con temor de que si algo se dice o se hace o sucede es porque hizo algo mal, por tanto, evita tomar cualquier riesgo, cuida su reputación al máximo, cada paso es medido, calculado, incluso, hasta desarrolla una personalidad alternativa con el fin de esconder sus verdaderas emociones, para que nadie se de cuenta de lo que realmente es: una persona herida.. o por el contrario, usan su dolor para captar aceptación, valoración, atención y cuando no se la das: se ofenden, se molestan, “aquí no hay amor” o “que clase de cristianos son”.

La verdad de la milanesa es esta: Jesús nos dice que debemos perdonar infinitas veces a quien nos ofende-lastima-hiere, que el amor cubre multitud de pecados, que si alguien te da en el cachete pongas el otro y el que no ama no ha conocido a Dios. En verdad, el hecho de guardar rencor (por tanto, no perdonar) nos pone en un serio aprieto con Dios y con nuestro entorno, porque, y aunque te pinche el globo, NO ERES EL CENTRO DEL UNIVERSO. Bueno, las cosas no las tenemos fáciles, no tenemos opción, o perdonas o te soplas un árbol de amargura, si no perdonas no amas, si no amas no has conocido a Dios, si no has conocido a Dios pues tienes un pase VIP al concierto de “Luci y sus espectros”. ¿Para que dorar la píldora, así son las cosas?. Ojo que no estoy diciendo que no ames a Dios o que no creas en El, así que no te me ofendas y si lo haces piña.


¿Que hacer entonces?

No hay una receta infalible ni un manual con pasos a seguir. Cada caso, cada historia, cada problema son diferentes entre si, de la misma manera en que no hay dos seres humanos iguales, pero en cualquier caso no hay excepción a la regla: HAY QUE PERDONAR, ni vuelta que darle.


En líneas generales todo este asunto del perdión se centra en simples palabras, tan simples como difíciles: DECISIÓN, CONFRONTACION Y RESTAURACION. ¿Porqué?. Pues, para empezar porque tienes que decidir perdonar. Así como decides amar, también puedes decidir perdonar. No importa cúan grave sea la falta, (puesto que bíblicamente no existe clasificación de faltas así como tampoco de pecado, ya sabemos, el adulterio es tan grave como una mentirita o un homicidio) e independientemente de quien cometió la falta. Respecto a la confrontación, pues vas donde la persona y le dices que la perdonas, pero hacerlo de verdad, porque de boca para fuera no vale eh??. Luego, empieza el proceso de restauración de las relaciones y del corazón.

Es decir, decides, confrontas y luego viene la restauración y con ella la paz mental, espirital y física. Todo ello obviamente, de la mano de Dios, con el obrar del Espíritu Santo. Porque chikos, solos no la hacemos.

¿Y si la persona que me lastimó está muerta? Pues, en ese caso, lo dices en presencia de otra persona, tu pastor , consejero, líder, amigo o de alguien que lo represente.

Como dije, todo caso es particular y único.

No dejes que el resentimiento y la amargura por falta de perdón tomen el control de tu vida. Decide perdonar. La vida es tan corta, tan temporal que no se puede desperdiciar energia alimentando un sentimiento tan retorcido que no solo te afecta a ti mismo sino a quien te rodean y quienes sufren las consecuencias son, sin lugar a dudas, las personas a quienes más amas. Así que, no vale la pena vivir así, sobretodo cuando la solución esta en TUS MANOS. Y por último, en este asunto, al único que le das balas para que te dispare es a tí mismo.

Ora y pídele a Dios que te perdone por no perdonar y que te guie en la dirección correcta.



La Rorra

marysaenzp@gmail.com

martes, 10 de febrero de 2009

TWENTY ONE LOVE POEMS III - ADRIENNE RICH


Since we're not young, weeks have to do time
for years of missing each other. Yet only this odd warp
in time tells me we're not young.
Did I ever walk the morning streets at twenty,
my limbs streaming with a purer joy?
did I lean from any window over the city
listening for the future
as I listened here with nerves tuned for your ring?
And you, you move toward me with the same tempo.
Your eyes are everlasting, the green spark
of the blue-eyed grass of early summer,
the green-blue wild cress washed by the spring.
At twenty, yes: we thought we'd live forever.
At forty-five, I want to know even our limits.
I touch you knowing we weren't born tomorrow,
and somehow, each of us will help the other live,
and somewhere, each of us must help the other die.


martes, 3 de febrero de 2009

REFLEXION

Ha pasado un año más. No es un día especial ni tampoco un día como cualquiera y es que 33 no se cumplen todos los días. Me preguntan que se siente haber pasado la base 3, "pues nada" - respondo. Me sigo sintiendo igual y a la vez diferente, con muchas energías y a la vez muy cansada, muy sabia y a la vez muy ignorante. Si, estoy en uno de esos días en los que "no sé qué"... Veo en mi reflejo a una gordita que ha pasado por mucho y a la vez por poco. No, no quiero que este año me defina la incertidumbre, ni la resignación, ni el conformismo, no quiero que me afecte la crisis mundial, ni los actos de los demás. "Pide un deseo" - me dicen despúes del "Japi verdei" de rigor..¿Qué deseo??? y me doy cuenta que no se qué desear!!!!!!!!. Me siento como la cucarachita Martina con su real.
Al pensar que es lo que quiero después de 33 años, respondo con un rotundo "NO SE"

PD: manden su regalo peeeeeeee