sábado, 27 de febrero de 2010

MAVERICK:TODOS LOS PERROS VAN AL CIELO





Al menos es lo que me gustaría pensar. Después de casi 15 años de vida, Maverick, nuestro bulldog americano, murió. Estamos muy apenados, era parte de nuestra familia, de nuestra vida diaria, de nuestra rutina, en fin, siempre podías contar con él para calentarte los pies, para salir a dar una vuelta, para que se coma la comida que no te gustó, para hacerte compañía.

Lo vamos a extrañar muchísimo.

Por cierto, quiero aprovechar para denunciar públicamente la mala praxis de la veterinaria "Reino Animal" sede Salguero. No solo no dieron con el diagnóstico, sino que por su mal diagnóstico lo empeoraron. Por favor, no lleven a sus mascotas ahí!!!!!

viernes, 26 de febrero de 2010

SIN CORAZON, HIGADO NI PULMÓN

Hoy día me preguntaron cuál era mi postura respecto a la donación de órganos. Me pareció interesante el tema así que permítanme hacer un breve paréntesis en tema de las íes y a continuación voy a publicar mi respuesta. Espero sus opiniones por supuesto!!

Como cristianos tenemos que obedecer la Palabra de Dios y siendo el tema de la donación de órganos un tema extrabíblico, es decir, que no se encuentra especificado explícitamente en las Escrituras, entra al ámbito de la ética y la moral. Algunos estarán de acuerdo y otros, por supuesto, no y otros tendrán sus reservas, pero en lo que sí estamos de acuerdo es en el respeto a la vida y que por tanto la única persona que puede decidir entre la vida y la muerte es Dios. Ni tú, ni yo, ni los médicos, ni los pastores, ni los curas, ni nadie más que Dios. Nuestra legislación y la de la gran mayoría de países requiere del consentimiento familiar para realizar la extracción de órganos, así que la decisión, a pesar de haber expresado nuestra voluntad recae en quienes dejamos atrás, por ello, la pregunta que viene al caso sería ¿ podemos decidir si donamos o no los órganos de nuestros seres queridos? ¿debemos respetar el deseo de la persona a pesar de nuestras creencias u opiniones?

Vayamos por el principio. Sabemos que la donación se realiza de personas con muerte encefálica. La muerte encefálica o cerebral se entiende como el cese irreversible y permanente de la funciones de todas las estructuras cerebrales, lo cual es incompatible con la vida. Se sabe, que indefectiblemente, una persona con muerte encefálica, en un corto período de tiempo hará un paro cardíaco, dado que la respiración y el soporte de vida se realizan en forma artificial. El cerebro controla las funciones vitales básicas, las funciones cognitivas, el proceso del pensamiento, es decir controla y sustenta la vida. Partiendo de aquí y para formarnos una opinión clara del asunto debemos tener en cuenta que y contrario a lo que la mayoría de las personas piensa, los órganos se extraen mientras el paciente está vivo, ya que una vez que el corazón deja de latir, los órganos se contraen y no son viables para trasplante. Por tanto, una vez declarada la muerte cerebral, el paciente debe ser mantenido con respiración artificial y drogas específicas para mantener los órganos con vida.

Ese solo factor presenta el meollo de toda la controversia respecto a nuestra concepción de la muerte, físicamente hablando, puesto que de algún modo consideramos que “sigue vivo mientras siga respirando, mientras su corazón continúe latiendo”. Entonces, ante tal situación pensamos ¿qué tan confiables son los métodos científicos para determinar la muerte encefálica o cerebral del paciente? ¿consideramos la muerte como tal a pesar de que el cuerpo continúe trabajando con soporte de vida? ¿cuándo alguien está muerto sin posibilidad de continuar viviendo? ¿no es posible que Dios haga un milagro?

A partir de aquí ya entramos en el tema moral y ético, por lo que nuestras decisiones deben basarse en las respuestas que tengamos a esas preguntas. Algo para tener en cuenta es que la gran mayoría denominaciones religiosas están de acuerdo con la donación de órganos, en cuanto a lo que a nosotros respecta, las Asambleas de Dios, los bautistas, los pentecostales, los luteranos e incluso el judaísmo, por ejemplo, no tienen una norma oficial con relación a este tema, la decisión se la dejan al individuo y en algunos casos la apoyan*.

Personalmente estoy de acuerdo con la donación de en órganos en vida y por muerte cerebral. En el primer caso, no solo podemos donar sangre, también, tejidos, órganos (total y parcialmente) piel, médula ósea, óvulos, semen, entre otros, en cuyo caso continuaremos viviendo, y en cuanto al segundo caso, creo que una vez comprobado que el paciente no continuaría viviendo sin soporte de vida, es decir, presente muerte cerebral, entonces, para mí, ya está muerto, así que si mis córneas o mis pulmones pueden darle la posibilidad de vivir o mejorar la calidad de vida de otras personas, pues se los regalo y con mucha alegría, al menos de mi parte y tengo la esperanza que de darse el caso mi familia respete mi voluntad.

¿Dios puede obrar un milagro? Sí, él puede, a pesar de que te hayan sacado los ojos, el hígado, los riñones y el corazón. Si pensamos que si nos quitan los órganos Dios no nos puede resucitar, entonces no conocemos al verdadero Dios Todopoderoso del que hablan las Escrituras: recordemos que Dios no está sujeto a nuestras limitaciones y leyes físicas ¿acaso sería la falta de algún órgano un obstáculo cuando Dios quiere obrar su voluntad? Para muestra un botón: Lázaro estuvo muerto, sus órganos estaban putrefactos, en resumen, ya era comidita de gusanos, pero la Biblia da testimonio de que Dios lo resucitó y ni qué decir de Jesús, había muerto hace tres días, sus pulmones habían colapsado, no tenía una gota de sangre, en fin, en resumen su cuerpo estaba destrozado ¿acaso él no resucitó? ¿acaso Dios no hizo un milagro?
K-riños
· Fuente : http://www.donatelifenm.org/spanish-religiones.htm

miércoles, 10 de febrero de 2010

PONIENDO LOS PUNTOS SOBRE LAS IES #1

Como en los mejores tiempos de la antigua roma pagana, la iglesia está cediendo a las falsas doctrinas. Ese es otro hecho. Si, cada vez hacemos más concesiones a cambio de prosélitos. Cada vez torcemos más la sencillez el evangelio. Cada más añadimos más paja y hojarasca sobre el fundamento de la verdadera doctrina. Cada vez añadimos más carga sobre los hombros de los demás. Sí, mis fieles seguidores, eso y la muy famosa “comezón de oír” como dijo Pablo (2º Timoteo 4: 3-4) cada vez queremos más y para suplir nuestra gula espiritual, porque la Biblia solita no nos basta, tenemos todo servido en bandeja de plata: libre acceso a la información, internet, tv por cable, libros, revistas, aunque lamentablemente todo carece de filtro, lo cual quiere decir, que sin querer queriendo puedes estar escuchando tanto una enseñanza 100% cristiana, como una mezclada o una descaradamente herética, propagada, además, en una emisora que se dice cristiana (ojo que no me refiero a nadie en particular, psss….) nos exponemos a una suerte de lotería, osea, lo que te toque pues.
Permítanme ir un paso más allá. Me pregunto por enésima vez ¿el fin justifica los medios? Es decir: ¿es justificable que tengamos que poner de líderes o pastores o ministros a personas sin la más mínima preparación o con mucha preparación y nada de llamado o porque nos cae bien, porque lo vemos siempre metido en la iglesia, por favoritismo o tan solo porque tenemos que llenar el hueco? ¿Existe la dedocracia en la iglesia? ¿Tenemos que cumplir con una cuota mínima de oración y ayuno? … y la lista de preguntas sigue y sigue, es interminable y quiero creer que se debe a que no cuentan con la preparación suficiente o tal vez porque creen a rajatabla lo que sus líderes dicen o por inocencia, quizá…quizá…quizá, pero como dije antes, quiero creer que de ningún modo es por desidia. Pero, bajando un poco de mi nube y pisando suelo, la verdad es nadie se atreve a poner el dedo en la llaga. Todos lo vemos, nadie dice nada: cerramos el pico, volteamos la mirada y nos hacemos los locos, porque a los que nos atrevemos, a los apologistas, a los que defendemos a capa y espada la sana doctrina nos crucifican, nos tildan de fanáticos, de intolerantes, de creídos, de ortodoxos, de locos…¿sigo? No pues, el sol no se puede tapar con un dedo.

Sigamos. Ya lo dije antes, lo repito y me reafirmo. No importa cuántas horas ores, no importa cuántos días ayunes, cuánta plata des o cuánto sacrifiques a tu familia, hay que meternos en la cabecita que Dios conoce las motivaciones y las intenciones del corazón ¡Olvídate! A Dios no le puedes hacer el cuento de que “soy un buen cristiano”, quizá los demás te lo crean porque pones tu mejor cara de “no mato ni una mosca” o porque te la pases día, mañana, noche y medianoche metido en la congregación o porque hiciste tal o cual cosa o porque sirves en un determinado ministerio, escuchas sermones todo el día y te inscribes en cuanto curso dicten y te das el lujo de señalar con el dedo a los palomillas, a los que andan con su tatuaje, los pelos revueltos y el pantalón rapero, a los que asisten solo los domingos, a los que a tus inmaculados ojos son inaceptables como cristianos porque “no levantan las manos” porque “no hacen la coreografía” porque no lloran cuando están en la “adoración”, etc.…

Así que a partir de aquí, me gustaría hacer unas cuantas aclaraciones respecto a las usanzas que hoy en día se han impuesto en nuestras congregaciones, en las novelerías doctrinales y modas y términos mal empleados, que nos ubican dentro de un terreno peligroso, que nos llevan a la confusión y para remate lo creemos porque lo enseña tal o cual predicador, porque está en tal libro o porque todas las congregaciones lo hacen o lo aceptan, aunque no deje de ser herético por más que le pongamos un título cristiano. En resumen, hemos bajado la guardia, nos estamos dejando llevar por la corriente y ya sabemos lo que dicen del camarón ¿verdad?
Ojo: Siempre aclarando, de aquí en más sigues bajo tu propia responsabilidad, jejeje….porque ya los saben, yo soy yo, como la Rorra no hay ninguna y ya pues, si no te gusta, a mi qué. Además, para que vean que no se trata solo de mala leche, en Tito 1:9b dice “de modo que también pueda exhortar a otros con la sana doctrina y refutar a los que se opongan” (NVI) y más adelante en el capítulo 2 verso 1 dice “Lo que se debe enseñar Tú, en cambio, predica lo que va de acuerdo con la sana doctrina” (NVI). Y por último, si te preguntas porqué lo hago, te respondo en las palabras de Pablo, “¿Qué busco con esto: ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Piensan que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo” Y a eso apunto.

Así que empecemos hablando un poquito de interpretación de la bíblica.

Mira, se te puede presentar el ángel Gabriel, pero tú, comparando siempre con tu Biblia y punto. Y no es cosa mía, lo dice Pablo “Pero aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les predicara un evangelio distinto del que les hemos predicado, ¡que caiga bajo maldición! Como ya lo hemos dicho, ahora lo repito: si alguien les anda predicando un evangelio distinto del que recibieron, ¡que caiga bajo maldición!” (Gálatas 1:8-9 NVI).

Por supuesto, no podemos interpretar la biblia como se nos antoje o de acuerdo a nuestra conveniencia o gustos ¿Qué quiere decir esto? Que no importa quién lo diga, ni en donde se diga ni porqué, TODA enseñanza debe estar de acuerdo con la Palabra de Dios, nunca pero nunca la Palabra se contradice a sí misma y ojo, no porque lo diga en la Biblia significa que esté bien utilizado, porque (y esto es un hecho y es triste además) sacamos los textos fuera de contexto para apoyar nuestras enseñanzas, nuestras excusas, nuestras doctrinas. Es cierto, toda la Palabra de Dios es útil, no te lo refuto, PERO, todo dentro de su contexto porque ya sabemos en qué termina eso, en sectas y doctrinas heréticas. La Biblia debe ser interpretada correctamente, por supuesto que Dios puede usar cualquier pasaje o palabra o punto o coma para hablarnos, pero, hablando en líneas generales y al enseñar, al predicar (sea en un púlpito o no) no podemos agarrar un versículo o pasaje fuera de contexto y usarlo sin ton ni son. Me explico: La correcta interpretación y estudio de un pasaje debe darse siempre en el contexto en el que fue escrito, ya que lo que cuenta siempre es la interpretación que le da el autor al pasaje, no la nuestra. Es decir, siempre debemos preguntarnos: ¿qué es lo que quiere decir el autor con lo que está escribiendo? Ahora, interpretar la Biblia no es solo un asunto de “revelación”, requiere estudio, de hecho, hay una ciencia para ello que se llama Hermenéutica. El Espíritu Santo nos da sabiduría para comprender lo que ya está escrito, pero de ninguna forma una nos da una “nueva revelación”, no confundamos las cosas o mejor dicho, los términos. Para interpretar la Biblia no solo es tener una Biblia y ya está, hay que utilizarla bien y saber cómo interpretarla.
Jhon Stoott, un distinguido teólogo inglés escribió "El primer reto para los evangélicos hoy se halla en el campo que llamamos Hermenéutica .Hemos pasado todo este siglo defendiendo la Biblia; defendiendo su autoridad, su inerrancia, su inspiración , su infalibilidad. Pero de nada sirve tener una Biblia infalible y digna de credibilidad si no se puede entender. O si la entendemos mal. Así que, la interpretación de la Biblia corre pareja con la autoridad de la Biblia." (EC Nº 150. pg.14)

Partiendo de esa premisa, voy a copiar unas sencillas reglas de interpretación, si las siguen, será muy difícil equivocarse en el sentido o significado de un determinado pasaje o texto o que caigas en las garras de falsas doctrinas.

Regla #1: Leer Inteligentemente. Interprete lo que lee literalmente a menos que la intención del pasaje sea presentar el texto en forma figurativa o simbólica.
La Escritura, como toda la literatura, está llena de figuras del lenguaje, como metáforas, hipérboles y antropomorfismos. Estas figuras se deben tomar como tales. Es decir, algunas expresiones son figurativas y deben interpretarse según el uso ordinario de la época. Es lo mismo que se aplica en el campo de la literatura. Citaré un ejemplo:

Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Gen 6:12

“Tierra” no significa literalmente que Dios miró el polvo o el suelo, sino que miró a la humanidad.
Cuando dice “toda carne”, se refiere a los hombres (seres humanos), no se refiere a los animales que, aunque son de carne, no entran ene esta expresión.
“Camino” se refiere a la conducta de las personas, a su vida y actuar, no literalmente a una ruta transitable.

Estamos hablando de un lenguaje simbólico. En algunos casos son hebraísmos: es decir expresiones propias y exclusivas del pueblo judío. *
Otro ejemplo: Gen 4:1
“Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón·.
· “Conoció” es un hebraísmo. Se refiere a tener relaciones íntimas.*

Regla #2: Lea contextualmente. Cada pasaje debe de ser interpretado a la luz de los pasajes que le rodean y de la Biblia como un todo. El contexto histórico y cultural también debe ser considerado cuando sea posible.
Leer las Escrituras sin tomar en consideración su contexto bíblico e inmediato, es tal vez la primera causa de una mala interpretación. Debemos considerar los versículos anteriores y posteriores.

Es posible hacer que la Biblia nos diga aquello que queremos oír, si aislamos las escrituras de su contexto. Por ejemplo, ¿sabías que la Biblia dice que Dios no existe? En Salmos 14 podemos leer, “No hay Dios” (Salmos 14:1).

Sin embargo, si queremos interpretar estas palabras apropiadamente tenemos que leerlas dentro de su contexto: “El necio dice en su corazón, “No hay Dios””, (Salmos 14:1, énfasis agregado). Ahora sí, ¡este verso tiene otro significado completamente diferente!
Citaré otro ejemplo*:
Pro 18:20-21 Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; Se saciará del producto de sus labios. (21) La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos.
Muchos asumen que si confiesan bendición o maldición la reciben y que tengamos cuidado con lo que “confesamos”. Pero el pasaje no se refiere a eso.
El contexto inicia desde el 17:4 y habla de mentira, de hablar maldad. Luego en el versículo 9 sobre la prudencia, en el 20 sobre no resolver cosas con la lengua. Luego en el capítulo 18: en el versículo 4 sobre la honestidad y la perversidad, en el 6 sobre contienda, en el 7 sobre el chisme, en el 13 y en el 17 sobre justificarse con mentiras y en el 19 sobre las peleas.No está hablando del acto de confesar positivamente y esperar que ocurra lo declarado. Está condenando las malas acciones de la lengua: mentir, propagar chismes, maldecir, ser imprudentes. De hecho más adelante, en el capítulo 19:1 se habla de la “perversidad de labios” en el mismo contexto. La idea de “confesar positivamente” proviene de conceptos esotéricos de hechicería y de la nueva era que lamentablemente se han introducido en la iglesia. No hay texto bíblico que apoye esa doctrina (ya tocaré en su momento este tema de la “confesión positiva” con más detalle).
Regla #3 Lea Honestamente. No fuerce su propia teología al texto. Si lee algo que contradice lo que usted cree, no trate de cambiar la Biblia; cambie lo que usted cree.
Cada uno de nosotros leemos las Escrituras con ciertas bases que ya habíamos aprendido. Por esta razón, con frecuencia es muy difícil para nosotros leer la Biblia con honestidad. Terminamos introduciendo nuestras creencias a la Escritura, en vez de dejar que la Escritura modele nuestra teología. Nosotros muchas veces buscamos solamente pasajes que apoyen nuestras doctrinas e ignoramos aquellos pasajes que contradicen nuestras creencias. A esto se le conoce como “edición del texto”.

La Biblia nos exhorta a ser mansos como palomas pero astutos como serpientes. Debemos tener una mente limpia, pensar todo lo bueno, todo lo justo, todo lo amable, sí, así debe ser, aunque esto de ninguna manera se traduce en que vas a creer a ojos cerrados a todo predicador, libro, hermano, enseñanza o doctrina. De ninguna manera. Que no te hagan sentir sucio o mal cristiano y no toleres que te digan que tienes una mente cachambrosa o eres un incrédulo o escéptico. Mira, todos somos falibles, todos nos equivocamos, TODOS, sin ninguna excepción, por lo cual, debemos tomar con pinzas todo lo que se nos enseña. La delantera la debemos tomar nosotros y nunca pero nunca bajar la guardia en lo que a doctrina se refiere. Y bueno, estas tres reglas tan sencillas y a la vez tan complicadas de aplicar, nos ayudarán a interpretar las Escrituras con honestidad y sin prejuicios. No olvidemos que quien mejor nos puede explicar un pasaje en particular es el Espíritu Santo.
Creo, que en este punto y en estos tiempos, es más que necesario tener en mente la advertencia que nos hizo Pablo:
“En presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de venir en su reino y que juzgará a los vivos y a los muertos, te doy este solemne encargo: Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar. Porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino que, llevados de sus propios deseos, se rodearán de maestros que les digan las novelerías que quieren oír. Dejarán de escuchar la verdad y se volverán a los mitos (2º Timoteo 4:1-4).
Estemos alertas.

· Fuente http://casadeoracionmexico.info/blog/?p=198

miércoles, 3 de febrero de 2010

GRACIAS A TODOS!!!

Gracias a todos por sus saludos y buenos deseos en el día de mi cumple!!! Estoy más que feliz. 34...wow!!! si pues, pero vaya, me quedan y los vivo bien...jajaja....
pd... MANDEN SU REGALO....!!!!