martes, 7 de diciembre de 2010

SANTO PONCHO

Y el tema que debió ser la bomba fue la de Benedicto y el condón y no la bomba que se puso un tipo que quiso asaltar infructuosamente el Banco Continental de Gamarra Street. Y ahora no se me pongan recatados y cristianoides con la dichosa palabrita, lo digo con todas sus letras C-O-N-D-O-N, preservativo, jebe, poncho o como le quieran decir, pero palabrota no es, al menos no en este siglo.

Todo surge porque pues un buen día un periodista decide salirse del libreto y le pregunta al Papa Benedicto su postura respecto al uso de preservativo y pues, su Eminencia, que se había olvidado sus fichas dictadas por el Santo Oficio responde, para salir del paso o cambiar su imagen de bulldog alemán (escojan la que más les gusta) que podría usarse “en ciertos casos” para prevenir el Sida, al menos eso dice en el libro de entrevistas, escrito por el periodista alemán Peter Seewald "La luz del mundo".

Ohhhh!! Santos Ponchos, Batman! –exclamaron todos, alegremente. Porque todos pensaron que finalmente la Santa Sede decide modernizarse, por fin los pobres católicos podrán disfrutar de su vida sexual sin estar condenados a las llamas del purgatorio. ¡Pero no! Un momentito, la postura “oficial” del Vaticano no cambiado:

"La doctrina católica no cambia, el uso de preservativo está prohibido" dijo Giovanni Maria Vian, director del diario oficial del Vaticano, L'Osservatore Romano".

“El sumo pontífice se refiere a un acto de caridad y no al cambio de la doctrina", subraya por su parte el escritor católico Vittorio Messori.

¡¿Perdón?! ¿Qué no entienden? Benedicto dijo lo que dijo pero lo dijo no se interpreta así ¡Válgame Dios! Es que esto no es para incultos feligreses inlatinados. Ja!

Bromas aparte, esto pone nuevamente en el tapete el tema de la sexualidad y el control de la natalidad dentro del contexto religioso o de la práctica de la fe, demás está decir que si no eres cristiano o católico o musulmán o hare krishna, lo que digamos aquí te llega altamente y si quieres te pones o no te pones, lo haces o no lo haces o lo haces con quien(es) te da la gana, punto.

Para el catolicismo el control de la natalidad es un pecado, según ellos contradice el sexto mandamiento. La Encíclica Humanae Vitae dice: «Igualmente inaceptable, como ha declarado la autoridad magisterial de la Iglesia frecuentemente, es la esterilización directa, bien sea perpetua o temporal, bien sea del hombre o de la mujer" (HV, 14). El texto del documento añade: "Igualmente excluida está toda acción que, bien en anticipación del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, intenta, bien como fin o como medio, hacer imposible la procreación" (HV 14).

Traducción: Los católicos están prohibidos de usar pastillas anticonceptivas, píldora del día después, dispositivos intrauterinos, condones, espumas, diafragmas, coito interrumpido, ligadura de trompas, vasectomía, cualquier práctica “solitaria” (osea masturbación) y homosexual, siendo el único método “permitido” por decirlo de alguna manera, el del ritmo o el de Billings.

Vuelvo a decirlo, pobres católicos, si quieren “verla” tienen que procrear y como no quieren procrear pero quieren “verla” se van al purgatorio o cruzan los dedos. Así son las cosas.

Todo este lío del infalible líder del catolicismo apostólico romano nos hace preguntarnos ¿Cuál es nuestra postura como cristianos, entonces? Porque seguramente te habrán preguntado, como a mí “oye ¿y en tu religión les dejan?”.

Aclarando siempre, que a partir de aquí hablo a título personal, como dijo Pablo, digo Yo no el Señor, okey?

Vivimos en una época de libertinaje en todo sentido, no existe ya la libertad propiamente dicha, esa línea ya se cruzó hace rato, libertinaje es el término más adecuado para este siglo XXI. Considero que las cosas deben hablarse como son y que al llegar a cierta edad debemos estar conscientes de todas las decisiones que tomamos, eso implica tener toda la información del caso para elegir correctamente...o incorrectamente también. Caeríamos en la más ridícula ingenuidad si pensamos que al no tratar abiertamente ciertos tema estamos protegiendo a nuestros hijos o nuestra congregación, por el contrario el ponerle la etiqueta de “tabú”, “malo malo”, “pecado”, “diabólico” solo hace que se consigan la información como sea y ésta no siempre proviene de las fuentes más adecuadas; repito, hay libertinaje hasta en la información. Habiendo expuesto esto, creo que es tiempo de quitarle esa etiqueta a este tipo de temas, en este caso el sexo, la sexualidad y el control de la natalidad. No se ustedes, pero yo he visto como en los últimos 10 años la tasa de embarazos no deseados entre los adolescentes se ha multiplicado alarmantemente por más de “cuna evangélica” que sean y también entre adultos, no se escapan tampoco los solteros o divorciados y también los casados (fieles o no, plop!).

Bien, de arranque como cristianos estamos en contra de todo método abortivo, sea mediante cirugía, pastillas, brebajes o aguas de culebra, lo que sea que provoque un aborto, lo cual se traduce en el asesinato de un ser humano, sea del tamaño que sea, sea del modo que haya sido concebido, sea quien sea el padre o la madre. Por supuesto existirán posturas al respecto, que si por un defecto genético, que si por abuso sexual, que si por incesto, que por amenaza a la vida de la madre, que si por la edad…pero esto ya es un tema para otro post. El punto aquí es NO AL ABORTO. Por otro lado tenemos a los otros métodos que IMPIDEN la concepción sea de forma temporal o permanente como pastillas, inyecciones, geles, óvulos, preservativos, ligaduras, etc. ¿Qué si pueden usarse? A mi parecer sí y de mutuo acuerdo con su cónyuge. Creo que Dios no hubiese creado el sexo si no quisiera que lo disfrutemos dentro del marco establecido por El que es el matrimonio.

Punto y aparte.

Soy de las convencidas que cristianos o no, casados o solteros, la mujer que se embaraza lo hace porque le da la gana y con pleno conocimiento de causa, porque no me vengan con el cuento de que “no sabían” o que las engañaron con que “la primera vez no sales embarazada” Y tú, varón, que la mujer “te hizo el corralito” esas son solo excusas; saliste con tu “domingo 7” porque no te dio la gana de cuidarte, porque te dio roche o flojera comprarte un condón, por descuido y negligencia.

Para los no-cristianos o no-evangélicos o los que no profesan alguna fe o para quien quiera:

Que si lo haces o no lo haces sin casarte, para mí está fuera de toda discusión, está en contra de la Palabra de Dios, por tanto es pecado, pero dado que esta palabrita no te molesta, por favor, hay que tener en cuenta el amor es un asunto complicado y no solo una cuestión de gustos o de química, sino también de respeto mutuo. El sexo no es la mejor forma de conocer a la personas, porque al dejarse llevar por otras emociones más fuertes, osea por la pasión carnal, terminan poniendo de lado otras cosas más importantes que son necesarias para que la relación llegue a buen término o que perdure. El que la pareja tenga relaciones prematrimoniales no implica que vaya a durar o que se vaya a consolidar más. Como dije, dejan de conocerse a profundidad y la relación no llegará más allá de la quitadera de prendas.

Si amas a tu pareja, espera. Pero si no quieres esperar, cuídal@. Evitar una enfermedad de transmisión sexual, el sida o un embarazo no deseado está al alcance de cualquier farmacia, porque piénsalo un poquito, es más barato pagar un condón que mantener a un hijo o cargar con el sida.

Así pues, aunque me excomulguen.