sábado, 9 de enero de 2010

BIENVENIDO 2010

Los días pasan volando, y parece que fue ayer cuando reventamos los cuetes y bailamos cha cha chá y ¡wow! ya casi estamos quincena de enero, ya estamos con la campaña escolar y se vá, seee vaaa…

o ¿será que con la vejez los días se hacen más cortos?

Haciendo un recuento, he tenido un 2009 fuera de serie. Lo digo y me reafirmo, Dios ha sido más que bueno y súper fiel, aunque también se me quedaron muchas cosas en el camino, Dios me ha dado más de lo que esperaba. Es cierto cuando afirmamos que Dios te da las cosas en Su tiempo y en Su forma y cuando llega ese tiempo, es perfecto. Sí, sé que suena a cliché, pero es la verdad, es un hecho.

2009 ha sido el punto de quiebre en mi vida, el año en el que salí de mi vida aplatanada y abrí los ojos, 2009 fue un año de grandes cambios y el año en el que cambié mi frase después de muchos años, por si no lo recuerdan me la pasé suspendida en la de Adrienne Rich : “My life is a page ripped out of a holy book and part of the first line is missing” (mi vida es una página arrancada de un libro sagrado y parte de la primera línea se ha perdido) no tenía rumbo, dirección o propósito, el vehículo de mi vida estaba estacionada en la última fila de la nebulosa jupiteriana, estaba ahí, simplemente ahí. La frase que definió mi 2009 es de autoría de Anaís Nin “I postpone death by living, by suffering, by error, by risking, by giving, by losing” (pospongo la muerte por vida, por sufrimiento, por equivocación, por riesgo, por entrega, por pérdida) y es que las cosas son así, lo comentaba con mi mejor amiga y le decía “tía, el que no arriesga, no gana”. Lo que Dios me dio este 2009 ha redefinido mi vida, me ha dado un nuevo sentido, una nueva dirección, es como entrar nuevamente a la corriente cuando has vivido como agua estancada.
Hoy miro atrás y veo el tremendo sendero que me toco recorrer, las lecciones aprendidas, los éxitos y los fracasos, las experiencias agradables y las que no lo fueron tanto, los sueños, los deseos y las esperanzas. Hoy abro un cuaderno completamente en blanco, en donde, no sé ustedes, pero yo ya escribí mi lista de metas para este año. La primera resolución que tomé fue la de no ser escasa al escribir mi lista, como siempre tengo las simples, las virtualmente alcanzadas, las que requieren esfuerzo y perseverancia y las imposibles. Sé que lograré algunas de las cosas que me propuse, otras que aunque no me las propuse tendré la oportunidad de lograr y otras que se quedarán en la lista hasta Dios disponga su cumplimiento.
Y bueno, sigo buscando la frase que definirá mi año y por supuesto, aunque Dios nos da las cosas por gracia, hay que trabajar y perseverar para alcanzar nuestras metas y sueños y como dicen “hasta aquí me ayudó Dios” y de ahí en más demás está en sus manos.
Hoy, 9 de enero de 2010 empieza oficialmente mi año, así que, 2010 ¡bienvenido!...adelante.