La novia de Cristo aún no está preparada para su retorno: para mí, ese es otro hecho ¿Qué Cristo viene pronto? Sí, lo creo y lo recontra creo ¡Nada más basta mirar por un segundo alrededor! Las señalas están dadas, las profecías se cumplen una tras otra con una velocidad vertiginosa, la tierra clama a gritos por su redención porque ya no aguanta más, el avance de la ciencia, el retorno de Israel y un sinfín de cosas más. Pero vuelvo a mi premisa ¿La Iglesia, es decir, la Novia de Cristo, está preparada para su retorno?
Permítanme darles una pequeña explicación de lo que significa ESTAR LISTA en el contexto del matrimonio en la época de Jesús.
En la ceremonia tradicional antigua, el joven que pretendía casarse con una virgen judía debía acudir a la casa del padre de la novia con 3 cosas:
- Su dote o mejor dicho, su mejor oferta financiera por la novia.
- Un contrato de compromiso nupcial.
- Un odre lleno de vino. Si el padre aceptaba las condiciones, entonces venía la hija quien decidía si quería o no casarse con el pretendiente; si aceptaba tomaba el odre de vino e inmediatamente sonaba una trompeta que anunciaba el
compromiso del los jóvenes.
Durante el año de su compromiso, los jóvenes se conocían bajo el cuidado constante de un chaperón y además el joven preparaba un CHUPPAH en casa de su padre. Tradicionalmente, el chuppah era la habitación en donde tendría lugar la luna de miel (actualmente es un paño con cuatro postes debajo del cual se celebra el rito). Por supuesto, en esa época
no se enviaban invitaciones impresas como lo hacemos hoy en día, así que si los amigos y familiares de la pareja querían saber cuando era la boda, se hubiesen quedado con los crespos hechos porque mientras el padre del novio no diera su aprobación no se realizaría la ceremonia, es d
ecir, el padre decidía si su hijo estaba o no preparado para asumir su rol de esposo y nadie, ni siquiera el novio sabía cuando sería eso. No muy lejos de ahí, la novia tenía que estar preparada y lista para cuando el novio fuese a reclamarla. Era una tradición mantener una lámpara de aceite encendida en la ventana, junto a una jarra adicional de aceita a mano, por si al muy ocurrente del novio se le ocurría caerle de noche. Entonces, cuando el padre del novio decidía que su hijo ya tenía todo listo, le daba permiso para ir a reclamar a su novia y en ese momento, sonaba nuevamente una trompeta, la cual tenía como propósito anunciar la llegada de la novia ¿a que no saben como se llamaba a esta trompeta? Obvio mis bloggeros, se le conocía como
LA ULTIMA TROMPETA. Así que, una vez anunciado por el sonar de esta última trompeta, el novio tomaba su contrato nupcial y se lo presentaba al padre de la novia, quien reclamaba a la virgen como su esposa y se la llevaba a la casa de su padre, en donde él había preparado el chuppah. Finalmente, cuando llegaban a la casa del padre del novio, éste tomaba la mano de la novia y la colocaba junto a la mano de su hijo y se convertían en esposos y colorín
colorado, este cuento se ha acabado.
¿No ven la analogía que usó inteligentemente Jesús al referirse a la Iglesia como su Novia?
Cuando la Biblia habla de la Iglesia describe a una novia bellamente ataviada, con su vestido blanco radiante e inmaculado, con su lámpara llena de aceite, velando, esperando a su novio con ansia y digo, con esa expectativa que hace que el corazón lata demasiado a prisa, que las horas pasen con una lentitud insoportable y que llena el estómago de mariposas mientras otea con impaciencia la senda por donde se supone que aparecerá su novio, porque sabe que ya se presentará en su puerta en cualquier momento ¡Y es cierto! Porque nos dijeron “cuando suceda esto o aquello, entonces”…entonces es como la llamada que estábamos esperando,
y la última trompeta fuera nuestro tono favorito en el celular y del otro lado de la línea nos dijeran: “espero que estés lista porque ya llegué”
Por otro lado, tenemos a Emily, que vive en el colorido inframundo creado por Tim Burton en el “Cadáver de la Novia”. Ella, la eterna novia es la otra cara de la moneda: el traje con el que viste lo que queda de su cuerpo azulado, está roto, viejo, sucio, toda ella está marchita y mustia. Emily,
es un cadáver que habla, que anda y que aparentemente es todo amor y pretende estar viva, cuando la realidad es que aunque no lo quiera creer o no se dé cuenta, está bien muerta.
Entonces vuelvo a mi pregunta ¿La Novia de Cristo está preparada para su regreso? No, no lo creo. Según todo lo que he visto y oído y sin generalizar, por supuesto, porque dentro de todo existen excepciones, creo que la iglesia actual se parece más a Emily que a la hermosa novia bíblica.
Es muy probable, y sin temor a equivocarme, que se me acusará de crítica y detractora. Pero para mí, la verdad, como bien dicen, duele pero no ofende. Así que ¿porqué creo yo que la Iglesia se parece más a Emily (el cadáver) que a Victoria?
Yo opino….
LA IGLESIA HA OLVIDADO SU VERDADERO LLAMADO…no hemos sido llamados a crear “mega iglesias” ni a ser cantantes “famosos” ni a “profetizar” cual cefalópodos qué sucederá con la vida de Quién ni en qué pecado anda Aquél. ¡No! Y mil veces ¡No! La Iglesia de Cristo ha sido llamada a “proclamar las virtudes de Aquel que nos llamó de tinieblas a su luz” a predicar el evangelio entre aquellos que no conocen a Jesucristo ¡Qué fácil olvidamos lo que tenemos que hacer por lo que queremos hacer! Con esto no pretendo decir que servir en un ministerio específico está mal, no, por favor, estamos hablando en el contexto de la Iglesia como un todo y como tal, se complementa con el resto del cuerpo, para que el cuerpo, es decir, la Iglesia, cumpla con su llamado que es el de predicar a todo el mundo el evangelio de Jesucristo.
“Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes”… Mateo 28: 19-20a (NVI).
LA IGLESIA ES EL UNICO EJERCITO QUE MATA A SUS CAIDOS… y este es un hecho más que conocido. Basta ver la cantidad de hermanos que luego de caer en pecado o supuesto pecado (y de eso hablaremos en algún momento) no solo han sido expuestos y humillados por sus líderes ante la congregación, sino que luego se les obliga a vivir con su letra escarlata, recordándoles a cada momento “de donde han caído” y que si siguen ahí es por “la misericordia” de Dios, obligándolos a vivir marginados y con un terrible sentimiento de culpabilidad que lo acompañará hasta su último aliento. Con cuánta razón hay tantas personas que alguna vez fueron cristianos y ahora niegan su fe o van de congregación en congregación buscando un lugar donde finalmente puedan buscar de Dios en paz. Realmente es impresionante y espeluznante ver como a alguien caído, herido, adolorido y agonizante, lo remate alguien de su propio bando, midiendo con la vara de una supuesta integridad y moralidad, y tomando, además, el nombre de Dios para justificar un ejecución que El nunca ordenaría ni ordenó, porque obviamente pasaron por alto que nuestro Señor es amor, que Su voluntad es que nadie se pierda y que “si confesamos nuestros pecados El es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad” Hemos usurpado el papel de Dios como Juez y por ello el autoritarismo se ha vuelto moneda corriente dentro de las congregaciones, echando mano al abuso de poder y la humillación pública como instrumentos de disciplina. No quiero decir que hay que hacer de la vista gorda con el pecado, un VERDADERO LIDER, sea este el que sea y me refiero a líderes de célula (o como le llamen) pastores, encargados, etc., sabrá manejar con sabiduría cada caso en especial y en su corazón prevalecerá la restauración a la ruina, el amor a la condena, el perdón al castigo.
Y hablando de líderes…
LA IGLESIA EXALTA MAS A LOS LIDERES QUE AL MISMO JESUCRISTO… es común ver como a los cantantes, músicos, predicadores o cualquier persona con cierto nivel de influencia dentro de las congregaciones, se les coloque en un pedestal, emulando a los famosos, a los de la súper clase mundana. La última vez que estuve en un “concierto” cristiano (y no voy a decir cual para no encontrarme con una cruz en llamas a la entrada de mi casa) las chiquillas y las no tan jóvenes, gritaban por los músicos o el cantante como si se tratara de un concierto secular, por otro lado, la reunión no distaba en nada de un show mundano ¿Cómo marcamos la diferencia entonces? No me vengan a decir que pretendo que volvamos a la época de la guitarrita de palo y el himnario, yo no diría tal cosa, aunque mal no le vendría a las congregaciones recordar que la ministración con música no es igual a SHOW (y ese tema lo tocaré muy pero muy pronto). También están los predicadores, sobre todo los televisados, que disertan sin medir sus palabras y sin tomar en cuenta al oyente quienes toman sus dichos como si fuese la santa Palabra de Dios, se creen muy inteligentes, muy sabios, muy “ungidos” y con mucho derecho a aviones privados, a guardaespaldas, a publicar libros y montones de cosas que, por ejemplo, los apóstoles nunca hubiesen aceptado, mas bien su testimonio nos habla de cárceles, privaciones y martirio ¿a cuántos de estos televisados hemos visto predicar en la India o sin ir muy lejos predicando en Puno en los meses más crudos del invierno donde las temperaturas pueden llegar a menos de 10 grados bajo cero? También claro, están los que convierten a estas personas en la élite cristiana y que anteponen sus enseñanzas o sus canciones (porque suenan chévere o es lo más nuevo) a la Biblia o a una simple pero poderosa canción “antigua”.
Y hablando de eso…
LA IGLESIA SE HA CONVERTIDO EN EL “GRAN SHOW”…o Dancing with the Stars, el reality que más les guste. Los servicios dominicales se han convertido en una lucha feroz por captar asistentes, aunque eso signifique que éstos sean de otras congregaciones hermanas ¿ética? ¿Qué es eso? Además también está la lucha por tener el mejor grupo de música, los mejores instrumentos, las canciones más actualizadas, las que suenan mejor sin siquiera analizar el contenido de la letra, sin siquiera saber como ministrar o si tienen el llamado para hacerlo, porque sepan ustedes que para ministrar con música no solamente hay que saber cantar o tocar algún instrumento, hay que haber sido llamado (separado) por Dios para realizar dicha tarea, lean por favor 1° Crónicas 15:16 en adelante. Por otro lado también están los predicadores, buscando el sermón más gracioso, el más rebuscado, el más rompecocos, el que esté más de moda o cualquiera que se encuentre en internet. Todo en su conjunto, parece un show, armado y milimetrado para que brillen sus estrellas y se llenen las butacas.
LA IGLESIA SE HA OLVIDADO DE LA SENCILLEZ DEL EVANGELIO… el evangelio es sencillo, es blanco o es negro, aceptas o rechazas, así de simple. Si aceptas a Jesús eres salvo, si no, estás frito; si no obedeces, estás en pecado, si lo haces, tienes bendición ¿para que torcer las cosas? Actualmente ser cristiano es demasiado complicado y no porque el mundo lo haga difícil. Si bien seguir a Cristo siempre fue un asunto radical y peliagudo, hoy además de luchar contra el mundo, contra nuestra propia naturaleza y contra nuestro enemigo, también tenemos que luchar para poder cumplir con las cargas que nos impone la congregación o la “visión” que estemos siguiendo, lo cual me recuerda que en los tiempos de Jesús los fariseos imponían cargas que ni ellos mismos podían cumplir y hoy sucede exactamente lo mismo. Es tan común escuchar de “la doctrina tal” o la “enseñanza aquella”, de ministerios tan absorbentes que sus seguidores ya no tienen vida propia o la muy mentada “visión de” y todos correr tras de la novedad como borreguitos diciendo “meeeee” solo porque lo dijo fulanito, para finalmente terminar haciendo un tremendo daño a la Iglesia, a su congregación y a sí mismos, y con ello, dando un mal testimonio al mundo, que termina por rechazar el evangelio ¡Qué diferente sería todo si analizáramos todo a la luz de la Palabra de Dios! Y por supuesto, como siempre lo he dicho, Dios nos creó con un cerebro, sentido común y libre albedrío. Usémoslo ¡¡¡por favor!!! Y hagámosle un bien a la Iglesia y a nosotros mismos.
Podría seguir hasta que se me caigan los dedos, pero creo que ya ven el punto, así que EN CONCLUSIÓN…
A pesar del inminente retorno de Cristo, el vestido de su novia está sucio y hecho jirones a causa de las continuas divisiones, las doctrinas anti bíblicas, la exaltación al líder y la fanaticada por los grupos musicales; no hay un solo lugar en donde un cristiano no haya dado mal testimonio dejando a su paso un tufillo pestilente a doble vida, lo que ocasiona que por uno, a todos nos metan en el mismo saco y el mundo nos rechace porque para ellos, todos los cristianos somos mentirosos, pseudosanturrones e intolerantes y prefieren ser mundanos íntegros a cristianos hipócritas. Y créanme, yo pensaría de la misma manera.
Nosotros como Iglesia, no solo debemos dar la apariencia de ser novias, somos la Novia de Cristo y debemos estar preparados para su llegada ¿cuánto más esperaremos para alistarnos y acicalarnos? ¿Qué otra señal estamos esperando para entender que el retorno de Cristo está más que cerca? Dejémonos ya de tonterías, terminemos con las divisiones denominacionales y doctrinales, vivamos una vida íntegra, alumbremos en medio de las sombras, seamos refugio para el necesitado, pero sobre todo, vivamos esperando con ansia a nuestro Novio, al Señor Jesucristo, con una lámpara encendida en una mano y en la otra una jarra de aceite y el traje de boda puesto.
Sí, pues, aunque me excomulguen...