Fragilidad, incertidumbre, impotencia... son unas de las pocas cosas que durante este corto pero a la vez largo fin de semana vineron a mi mente y a mi corazón.
Mi tía falleció el domingo 09/12, víctima del cáncer. Aún después de haber asistido al sepelio mi mente se rehusa a creer que ya no está más entre nosotros, que ya no escucharé su risa ni su voz cantando "Yolanda". Aún me parece escucharla llamándome "Gordaaaa". Comentaba con mi mamá que pensando un poco en la navidad contaba a mis tíos "Miguel, China, Meche...." pero Meche ya no está. Se me hace un nudo en la garganta. Pero me consuela el saber todo el tiempo estuvo rodeada de quienes la amaron, que pude abrazarla, tomarla de la mano y despedirme de ella y que la acompañamos hasta su último aliento; que está con Cristo, que está mejor, que han terminado sus luchas . Si, definitivamente está mejor.
Si algo me deja la partida de mi tía, además de su ausencia, es que veo la vida de diferente manera. Mis prioridades han cambiado y mis afectos también.
Mi filosofía sigue siendo la misma "TODO ES TEMPORAL, ESTO TAMBIÉN PASARÁ". Todo pasará incluso la vida misma.
Tía, tu te fuiste antes que nosotros, pero solo nos llevas la delantera...................
1 comentario:
Te acompaño en tu pérdida y es mi oración que puedas superar estos momentos de ausencia de un ser querido, como es tu tía.
Un abrazo de toda mi familia.
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