Opinión del Director: Augusto Alvarez Rodrich
Peru 21 (www.peru21.com)
Fecha : 3 de junio de 2008
Los que pueden pagar la universidad, deben hacerlo.Sería una lástima que la Comisión de Educación del Congreso no apruebe el proyecto de ley que busca modificar las condiciones de la gratuidad de la educación en las universidades públicas, pues se trata de un buen proyecto con una naturaleza redistributiva.
La iniciativa -presentada por la congresista Martha Hildebrandt- plantea que los estudiantes que provienen de colegios particulares paguen en las universidades públicas la mitad de la pensión que tenían en su escuela de origen durante su último año de estudios, a menos que se demuestre que su capacidad económica familiar ha disminuido considerablemente.
A primera vista, el proyecto puede producir temor en algunos por la posibilidad que abriría para que la universidad pública deje de ser gratuita. Sin embargo, por el contrario, puede generar las condiciones para ayudar a que los alumnos pobres se beneficien por el pago que harían los que sí pueden hacerlo.
Hoy en día, la educación es gratuita en las universidades públicas. Para todos, desde aquellos alumnos que apenas tienen ingresos para alimentarse, hasta para los que tienen una situación económica muy cómoda. En el extremo, se benefician de esta gratuidad tanto el que va a la universidad en auto del año con chofer, hasta el que apenas le alcanza para la combi.
El subsidio generalizado no suele ser una buena idea porque acaba favoreciendo a un grupo de personas que no lo requiere y, en cambio, disminuye los recursos disponibles para quienes verdaderamente lo necesitan.
En este sentido, la propuesta que votará la Comisión de Educación constituye una avance en la dirección correcta con el fin de establecer condiciones más favorables para los alumnos de menores recursos.
El proyecto quizá podría ser afinado en aspectos como el porcentaje específico a pagar en relación con la pensión escolar, o la manera de dirigir el fondo que se genere con el dinero de los que paguen, con el fin de que verdaderamente se use en beneficio de los alumnos más necesitados. Pero la dirección general que establece es correcta: la universidad pública no debe ser gratuita para los que sí están en condiciones de pagar por ella, y debe ayudar más a los que de verdad lo requieren.
Completamente de acuerdo. Ojalá los otorongos dejen de dormir, leer el periódico y matar perros para poner el hombro por el Perú. Por una vez: que trabajen en beneficio de alguien que no son ellos.
PD. Me encantan las opinones del Mr. R. se las recomiendo.
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