Quiero transcribir un post desde el blog de otoesclerosis que me pareció sumamente adecuado. Ultimamente, es exactamente como recibo las llamadas telefónicas. Algunas personas se me molestan, otras se me resienten, otras no entienden cuando les pido que me repitan las cosas o que no me llamen. En líneas generales, lo que quiero decir es que si no me van a hablar despacio, claro y fuerte, mejor mandenme un mensaje de texto o un email o pregunten por mi mamá y dejen el mensaje.... Gracias por el aporte Veronika Sukaczer (desde Argentina)...
UNA LLAMADA COMO CUALQUIERA
Suena el teléfono.-¿Hola?
-Hola, ¿está Verónica?
-Sí, soy yo. ¿Quién habla?
-Ah, hola, soy ..... (no entiendo el nombre). ¿Cómo estás?
-Perdón... ¿quién habla?-......-No se escucha bien por esta línea... (es mentira)-.....(Considero que preguntar una vez más entra en el terreno peligroso de la incomprensión entre personas, así que continúo).
-Ah, hola, ¿qué tal? (nótese que soy impersonal)
-Yo muy bien. Contame de ustedes.
-Bien... gracias... (no puedo dar muchos datos personales porque no sé con quién estoy hablando). Lo de siempre... Y... ¿vos? (aquí suelto la soga para que me ofrezca información que me ayude a saber quién es).
-Todo bien, mucho trabajo.
-Sí, me imagino...
-Hace mucho que no nos vemos. (Primera información que recibo. ¿A quién hace mucho que no veo?)
-Sí, es verdad...
-Por eso los quería invitar a ...... (no entiendo lo que dice, pero para qué pedir que me repitan si ni siquiera sé con quién estoy hablando)
-Ah... bárbaro. ¿Para cuándo?
-Para el miércoles a eso de las ocho, ¿les parece bien?
-¿Con los chicos?-¡Claro! ¿Cómo va a ser sin los chicos? (tiene hijos. Mis hijos pueden ser amigos de sus hijos, o es mamá de un compañerito)
-Dale, dame los datos.
-Anotá la dirección. Es en ..... (no entiendo).
-Listo. ¿Me pasás un teléfono, por las dudas?
-¿No tenés mi teléfono? (¿Se queja? ¿Se considera muy cercana? ¿Debería saber su teléfono de memoria? ¿Somos muy íntimas?)
-Sí, claro, pero por las dudas, ya que tengo la agenda acá, y anoto todo junto (mentira).-Anota: 8..8..-..888 (Aquí me recuerdo que debo arreglar el identificar de llamadas)
-Esperá, más despacio. Viste que te dije que no anda bien la línea.(No, muy íntima no puede ser, porque sabría que no escucho bien y de entrada sabría que debe hablarme despacio. De a poco logro completar el teléfono. Entender números es mucho más fácil que direcciones o nombres propios porque uno tiene que hacer coincidir el sonido que escucha con alguno de los números conocidos, que por suerte son sólo 11).
-Listo.-Nos vemos entonces.
-¿Llevo algo?
-No, no te preocupes. Gracias igual. (No tengo que llevar nada, debe ser un cumpleaños).
-Nos vemos entonces. Gracias por la invitación.
-Les mando un beso (nos conoce a todos).
-Otro. Hasta lueguito.(Esta no es la transcripción de una llamada real, sino una representación de cómo son, más o menos, la mayoría de mis conversaciones telefónicas).
Terminada la conversación mis opciones son:
1- Entrar a páginas amarillas en Internet, y buscar la dirección, y tal vez un nombre, a través del número teléfonico, y tal vez la respuesta.
2- Chequear entre la gente por sectores (amigos del club, mamás de la escuela, familia, etc) si hay algún cumpleaños o reunión el miércoles.
3- No ir, y si luego vuelve a llamar decir que uno de los chicos se enfermó. Los chicos siempre se enferman.
4- Buscar en agendas viejas si ese miércoles tengo marcado algún evento.
5- Como tengo el número telefónico, pedirle a mi esposo que llame en algún momento desde otro teléfono (por si ellos tienen identificador de llamadas) y ver si reconoce la voz.
6- En caso de no funcionar el 5, volver a llamar -siempre desde otro teléfono- y hacerme pasar por una vendedora, encuestadora, o similar, y tratar de sacarle el nombre.
7- Si no funciona el 6, llamar -ídem- como si fuera un secuestro virtual de algún familiar, y pedirle el nombre.
8- Si no funciona el 7 volver a llamar cuando no haya nadie, y dejar dicho en el contestador que por favor me llamen, con la excusa de que perdí la dirección, y así tener otra chance de averiguar quién es.
Como verán, todos los puntos de arriba hablan de la necesidad de razonamiento, rapidez mental, cálculos, memoria, investigación en diferentes medios, entrevistas, resolución de conflictos y de enigmas. Justamente lo que hace a una mente inteligente, vivaz, superior, detallista, atenta. Como los músculos, la mente debe ejercitarse para mantenerse en estado. Y mientras a las personas normo-oyentes se les sugiere la realización de crucigramas o el armado de rompecabezas, las personas hipoacúsicas sólo debemos hacer uso de nuestra cotidianeidad para ejercitar nuestra mente.
Este ha sido otro aporte de V.S para la salud mental de la persona hipoacúsica.
Muy bueno Veronika.
UNA LLAMADA COMO CUALQUIERA
Suena el teléfono.-¿Hola?
-Hola, ¿está Verónica?
-Sí, soy yo. ¿Quién habla?
-Ah, hola, soy ..... (no entiendo el nombre). ¿Cómo estás?
-Perdón... ¿quién habla?-......-No se escucha bien por esta línea... (es mentira)-.....(Considero que preguntar una vez más entra en el terreno peligroso de la incomprensión entre personas, así que continúo).
-Ah, hola, ¿qué tal? (nótese que soy impersonal)
-Yo muy bien. Contame de ustedes.
-Bien... gracias... (no puedo dar muchos datos personales porque no sé con quién estoy hablando). Lo de siempre... Y... ¿vos? (aquí suelto la soga para que me ofrezca información que me ayude a saber quién es).
-Todo bien, mucho trabajo.
-Sí, me imagino...
-Hace mucho que no nos vemos. (Primera información que recibo. ¿A quién hace mucho que no veo?)
-Sí, es verdad...
-Por eso los quería invitar a ...... (no entiendo lo que dice, pero para qué pedir que me repitan si ni siquiera sé con quién estoy hablando)
-Ah... bárbaro. ¿Para cuándo?
-Para el miércoles a eso de las ocho, ¿les parece bien?
-¿Con los chicos?-¡Claro! ¿Cómo va a ser sin los chicos? (tiene hijos. Mis hijos pueden ser amigos de sus hijos, o es mamá de un compañerito)
-Dale, dame los datos.
-Anotá la dirección. Es en ..... (no entiendo).
-Listo. ¿Me pasás un teléfono, por las dudas?
-¿No tenés mi teléfono? (¿Se queja? ¿Se considera muy cercana? ¿Debería saber su teléfono de memoria? ¿Somos muy íntimas?)
-Sí, claro, pero por las dudas, ya que tengo la agenda acá, y anoto todo junto (mentira).-Anota: 8..8..-..888 (Aquí me recuerdo que debo arreglar el identificar de llamadas)
-Esperá, más despacio. Viste que te dije que no anda bien la línea.(No, muy íntima no puede ser, porque sabría que no escucho bien y de entrada sabría que debe hablarme despacio. De a poco logro completar el teléfono. Entender números es mucho más fácil que direcciones o nombres propios porque uno tiene que hacer coincidir el sonido que escucha con alguno de los números conocidos, que por suerte son sólo 11).
-Listo.-Nos vemos entonces.
-¿Llevo algo?
-No, no te preocupes. Gracias igual. (No tengo que llevar nada, debe ser un cumpleaños).
-Nos vemos entonces. Gracias por la invitación.
-Les mando un beso (nos conoce a todos).
-Otro. Hasta lueguito.(Esta no es la transcripción de una llamada real, sino una representación de cómo son, más o menos, la mayoría de mis conversaciones telefónicas).
Terminada la conversación mis opciones son:
1- Entrar a páginas amarillas en Internet, y buscar la dirección, y tal vez un nombre, a través del número teléfonico, y tal vez la respuesta.
2- Chequear entre la gente por sectores (amigos del club, mamás de la escuela, familia, etc) si hay algún cumpleaños o reunión el miércoles.
3- No ir, y si luego vuelve a llamar decir que uno de los chicos se enfermó. Los chicos siempre se enferman.
4- Buscar en agendas viejas si ese miércoles tengo marcado algún evento.
5- Como tengo el número telefónico, pedirle a mi esposo que llame en algún momento desde otro teléfono (por si ellos tienen identificador de llamadas) y ver si reconoce la voz.
6- En caso de no funcionar el 5, volver a llamar -siempre desde otro teléfono- y hacerme pasar por una vendedora, encuestadora, o similar, y tratar de sacarle el nombre.
7- Si no funciona el 6, llamar -ídem- como si fuera un secuestro virtual de algún familiar, y pedirle el nombre.
8- Si no funciona el 7 volver a llamar cuando no haya nadie, y dejar dicho en el contestador que por favor me llamen, con la excusa de que perdí la dirección, y así tener otra chance de averiguar quién es.
Como verán, todos los puntos de arriba hablan de la necesidad de razonamiento, rapidez mental, cálculos, memoria, investigación en diferentes medios, entrevistas, resolución de conflictos y de enigmas. Justamente lo que hace a una mente inteligente, vivaz, superior, detallista, atenta. Como los músculos, la mente debe ejercitarse para mantenerse en estado. Y mientras a las personas normo-oyentes se les sugiere la realización de crucigramas o el armado de rompecabezas, las personas hipoacúsicas sólo debemos hacer uso de nuestra cotidianeidad para ejercitar nuestra mente.
Este ha sido otro aporte de V.S para la salud mental de la persona hipoacúsica.
Muy bueno Veronika.
2 comentarios:
Hola Rorra.
Gracias por el lugar en tu blog.
Verónica Sukaczer
(aquí Verónika, aunque prefiero mi nombre y apellido :-)
Veronika, gracias a ti por tus post taaaan pero taaaan buenos. Me ayuda muchísimo saber que no estoy sola en esta situación.
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