“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes de maldad en los lugares celestiales
En el último tiempo se han introducido en nuestro país una serie de costumbres extranjeras que -como es habitual en nuestro medio- suelen adoptarse sin mayor reflexión acerca de su origen y significado. Un ejemplo es la "festividad" de Halloween o noche de brujas, profusamente estimulada desde los medios de comunicación y el comercio y dirigida principalmente a nuestros niños.
Una de las artimañas de Satanás es disfrazar las cosas más nocivas de cosas que aparentemente son inofensivas. Satanás ha ganado la aprobación para la celebración de esta fiesta haciéndola una "tradición". Una que vez algo se convierte en una tradición, las generaciones futuras no cuestionan los orígenes, sino que siguen la celebración simplemente porque es "parte de la tradición". En este caso, el peor enemigo del hombre es "LA IGNORANCIA" y Satanás quiere que ignoremos sus maquinaciones y éstas se pueden vencer por medio de conocimiento.
"Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento" Oseas 4:6.
"Para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones" 2ª Corintios 2:11.
Aunque en la actualidad muchas personas se resisten a aceptar que la brujería todavía existe, la misma esta en vigencia. Halloween marca un triste regreso al antiguo paganismo. Las brujas y fantasmas parecen una broma, una diversión inofensiva. Pero con frecuencia el mismo vacío interior causa interés por las prácticas paganas y ocultistas y estas ejercen una extraña fascinación. Por eso se está propagando rápidamente en nuestra cultura la adivinación, la ouija, la creencia en la reencarnación, mujeres que se enorgullecen de ser brujas y otras prácticas paganas.
Pese a que hay evidencia creciente acerca de los efectos del satanismo, comerciantes e incautos celebran cada vez con más entusiasmo esta fecha. Algunos argumentan que podría hacerse una fiesta de disfraces, hacer bromas sanas y divertirse sin entrar en los aspectos macabros del Halloween. Pero aun queda el peligro de asociarse a una fiesta pagana que tiene mucha vigencia en el ocultismo y la Nueva Era. Las fiestas reflejan e influyen en nuestros valores.
Durante la celebración de Halloween, los niños se visten de brujas, duendes, fantasmas, pequeños demonios, y adivinos. Todos estos son representantes del reino de las tinieblas. Los juegos jugados durante Halloween promueven miedo en los niños y se basan en casas tenebrosas llenas de telas de araña, sangre, esqueletos, gatos negros, murciélagos, y cuartos oscuros.
De acuerdo con el diccionario Webster la palabra Halloween es una contracción de la expresión inglesa “All Hallow’s Eve” (Víspera del Día de todos los santos).
El verdadero origen de esta fiesta anglosajona tiene una raíz celta y otra romana.
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